Los operativos se ejecutaron en los departamentos de El Paraíso y Francisco Morazán, en el marco del Plan Solución Contra el Crimen Fase III, una estrategia policial que busca desarticular bandas delictivas y mejorar la seguridad en diversas localidades del país.
Durante estas diligencias, uno de los detenidos fue capturado en Danlí, El Paraíso, mientras que el otro fue localizado en la colonia Nueva Suyapa, en Tegucigalpa, Francisco Morazán.
Los sospechosos fueron individualizados de la siguiente manera:
- Primer detenido, un hombre de 35 años, cuyo oficio es repostero, oriundo de Danlí, El Paraíso
- El Segundo detenido, es un joven de 25 años, conocido en el ámbito delictivo con el alias “Coca”, originario y residente en Tegucigalpa, Francisco Morazán.
Antecedentes del hecho
Según investigaciones realizadas por los agentes del Departamento de Delitos Contra la Vida, el hecho se registró en la aldea Suyapa, en el sector Aguacate, de la capital, el 23 de enero del 2024.
En ese momento, el señor Celso Renan Del Cid Márquez se encontraba en su domicilio, donde un grupo de individuos armados irrumpió, sometiendo a la fuerza a todos los presentes. Posteriormente, los delincuentes sacaron a la víctima de su hogar y, tras llevarlo a una zona cercana, le dispararon, causando su muerte de manera inmediata.
Es importante señalar que durante el ataque, los presuntos delincuentes se identificaron como miembros de la banda «Los Puchos», lo que reforzó las sospechas de su implicación directa en el crimen.
Tras la recopilación de pruebas y la formulación de cargos, las autoridades del Juzgado de Letras Penal de la Sección Judicial de Tegucigalpa emitieron la orden de captura contra los sospechosos el 20 de noviembre del año en curso, por suponerlos responsables del delito de asesinato en perjuicio de Celso Renan Del Cid Márquez.
Los detenidos fueron trasladados ante el juzgado competente para que enfrenten los cargos en su contra de acuerdo con las disposiciones legales vigentes.
La DPI reafirma su compromiso con la seguridad y la justicia en el país, continuando sus labores de investigación de forma técnica y científica, y de esta manera, reducir los índices de impunidad y garantizar que los responsables de crímenes sean llevados ante la justicia, contribuyendo así a un entorno más seguro para todos los ciudadanos hondureños.