La selección Argentina saldrá este jueves al mítico estadio Defensores del Chaco, de Asunción, con la intención de afianzarse como líder de la eliminatoria sudamericana frente a una Paraguay inspirada con volver a un Mundial bajo el mando del técnico Gustavo Alfaro, que acumula cuatro partidos sin conocer la derrota.
La Albiceleste, campeona del mundo y que suma 22 de los 30 puntos posibles en la eliminatoria, venció en su pasada presentación por 6-0 a Bolivia, mientras que Paraguay batió por 2-1 a Venezuela, resultado que la catapultó al sexto lugar de la tabla, con trece unidades, que le asegura un lugar en la zona de clasificación directa.
La tarea entonces será doble para los guaraníes, que, además de mantener la buena racha, deberán defender su puesto entre los clasificados a la cita mundialista de 2026. Renacer guaraní Para el seleccionado paraguayo, la llegada de Gustavo Alfaro ha significado un renacer de la temida garra guaraní, que tenía como fortín inexpugnable al Defensores del Chaco.
Desde su arribo, el argentino Alfaro apostó por revivir en sus dirigidos el orgullo de vestir la camiseta y devolvió a los seguidores la ilusión de acompañar en caravana a su selección.
El resultado: un empate 0-0 con Uruguay y un triunfo por 1-0 ante Brasil en la séptima y octava fecha de la eliminatoria, dosis que se repitió en el pasado combo, con un 0-0 en la visita a Ecuador y una victoria por 2-1 ante una desordenada Venezuela.
Como anfitriones, los paraguayos se han esmerado en los detalles. Uno de los más promocionados, la decisión de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) de no permitir en la gradería local camisetas de otros equipos, en particular la del astro argentino Lionel Messi, que goza de seguidores sin distinción de nacionalidades o colores.