Las fuertes lluvias que se registraron en la tarde del 6 de noviembre en Bogotá causaron importantes afectaciones en la movilidad, especialmente en el sector norte-occidental de la ciudad. Las precipitaciones intensas provocaron el desbordamiento de alcantarillas en diversas vías principales, generando inundaciones en áreas críticas como la Avenida Boyacá, donde el agua acumulada alcanzó niveles que dificultaron el paso de vehículos y redujeron drásticamente la visibilidad de conductores y peatones.
Los problemas de movilidad se extendieron a lo largo de varios kilómetros, con numerosos atascos en puntos neurálgicos de la ciudad. En la avenida Boyacá, una de las arterias principales, el tránsito se volvió caótico, causando largas filas y retrasos de hasta dos horas para los usuarios del transporte público y vehículos particulares. Las autoridades de movilidad implementaron desvíos temporales en un esfuerzo por descongestionar la zona, aunque la gran cantidad de agua y los vehículos atascados limitaron la efectividad de estas medidas.
El impacto de las lluvias se vio agravado por el taponamiento de alcantarillas, muchas de las cuales se llenaron rápidamente de residuos, hojas y sedimentos, lo que limitó la capacidad de drenaje en los sistemas de alcantarillado. Esta situación resalta la importancia de mantener los canales de desagüe libres de obstrucciones, algo que depende tanto del mantenimiento de la infraestructura como del comportamiento ciudadano. En las horas de la noche se reportaron 6 emergencias y en la localidad de Ciudad Bolívar los bomberos atendieron la contingencia de 5 familias que fueron afectadas por un derrumbe.
La alcaldía y la Secretaría de Movilidad recomendaron a los ciudadanos evitar las áreas afectadas hasta que se normalice el flujo vehicular, además de estar atentos a posibles nuevos avisos sobre lluvias. Las autoridades también aprovecharon para hacer un llamado a la ciudadanía sobre la importancia de no arrojar residuos en las calles, dado que la acumulación de basura contribuye al bloqueo de los sistemas de desagüe, intensificando el riesgo de inundaciones en la ciudad. La secretaría de Educación evalúa la suspensión de actividades académicas en colegios oficiales.
El alcalde Carlos Fernando Galán explicó que sobre las 9:00 p. m. se realizó un contraflujo para las personas que tenían que desplazarse hacia el sur de la ciudad. Mientras tanto, las autoridades se encuentran atendiendo la zona afectada por inundaciones que no deja fluir el tráfico.
Por su parte, el presidente Gustavo Petro expresó su preocupación ante las recientes inundaciones en Bogotá y destacó la necesidad de implementar infraestructuras para aprovechar el agua de lluvia en la ciudad. “Estas lluvias en Bogotá deberían ser recogidas en infraestructuras para ahorrar agua potable. Sugerí un decreto de desastre para trasladar dineros a juntas de acción comunal y organizaciones de vecinos para hacer estas infraestructuras rápidamente. Tanques y desvío de agua lluvia de los techos”, afirmó Petro.
El mandatario lamentó que su propuesta no haya recibido suficiente interés, aunque insistió en su importancia para enfrentar los retos hídricos de la capital: “No interesó mucho, pero creo que es indispensable”.
El Aeropuerto El Dorado de Bogotá también se vio afectado, por lo que suspendió temporalmente sus operaciones debido a las intensas lluvias y tormentas eléctricas que afectan la capital. Las autoridades evaluaron la situación para garantizar la seguridad de los pasajeros y restablecer los vuelos en cuanto las condiciones mejoren.