Con lagrimas en los ojos y acompañado de un mar de gente, Shin Fujiyama llegó este lunes a su amado El Progreso, Yoro, municipio en el que reside y donde culminó su reto de 3,000 km en favor de la educación hondureña.
Fujiyama inicio este reto hace más de 3 meses desde la frontera entre Estados Unidos y México, donde recorrió el territorio azteca hasta Guatemala, seguidamente cruzó hacia El Salvador y arribó a territorio hondureño a través de la frontera El Poy en Ocotepeque.
Apoyado por muchos creadores de contenido nacionales y extranjeros, Shin demostró su valentía y su compromiso con Honduras, tierra la cual ha manifestado le ha robado el corazón y donde ha prometido la reconstrucción y construcción de más de 1000 centros educativos bajo su fundación.