Carlos Alcaraz revivió, en la noche de Halloween, su peor pesadilla: una nueva eliminación en el Masters 1.000 de París, el torneo ‘maldito’ para los españoles. El murciano, lastrado por un primer set para el olvido, cayó derrotado en el set definitivo tras más de dos horas de batalla ante Ugo Humbert y la grada parisina, siempre aliada clave de los locales en la última gran cita del calendario (6-1/4-6/7-5).
La noche de los horrores comenzó pronto para el español. Sabía bien que se enfrentaba a un rival especialmente adaptado a la pista indoor y que, además, tendría que luchar contra el público. Eso sí, quizás no esperaba el ‘disfraz’ de asesino con el que saldría Ugo del túnel de vestuarios.
26 minutos tardó el tenista local en hacerse con el primer set. Alcaraz, frío, lento y sobrepasado, no fue capaz siquiera de acercarse a una oportunidad de rotura. De hecho, fue con 5-0 abajo cuando estrenó su marcador para el 5-1 y con ello evitar un arranque del segundo set desde el resto.
La iniciativa del saque le dio el poso suficiente para analizar la situación. Su rival había salido con todo, se la jugaba a la carta de atacar rápido y zanjar los puntos con poderosos tiros planos. Necesitaba ralentizar el juego.
Lo hizo el tenista de El Palmar después de encontrar calma al servicio y llegar al primer descanso de la segunda manga con cierta claridad de ideas. Tres oportunidades tuvo, a continuación, en un juego de once minutos (casi la mitad de la duración de toda la primera manga) que finalmente salvaría a base de buenos primeros Humbert. El break llegaría en la siguiente oportunidad, en el sexto juego, y ello serviría a Carlitos para forzar el tercer set.
Había logrado un cambio en la dinámica de juego. Con sus transiciones ofensivas y devoluciones menos agresivas obligaba a Humbert a jugar con tiros más agresivos cuando antes ‘solo’ se limitaba a aprovechar la velocidad del juego. Paradójicamente, fueron las devoluciones menos ajustadas las que peor le sentaban al galo.
Quedaba por ver si, después de la gran puesta en escena inicial, Humbert sucumbiría a los galones de un Alcaraz vencedor en los dos encuentros previos. Ni mucho menos fue así, el galo no se achicó y, tras sufrir para mantener la iniciativa del servicio en los primeros saques, extrajo energía de la grada y se colocó con un peligroso 6-5 arriba.
Alcaraz, obligado a perseguir a su rival en el marcador, no soportó la presión. La grada, esa misma grada que le hizo pasar uno de los peores momentos de su carrera ante Hugo Gastón en 2021, volvía a aparecer. El pabellón, en ebullición, volvía a ser el infernal escenario de una nueva pesadilla.
Cabe recordar que, tras el episodio de 2021, se retiró por problemas de abdomen ante Rune en 2022 y cayó en segunda ronda ante Safiulin en 2023… dos batacazos al que se une este de 2024.
1-6/6-3/5-7 reflejó el marcador que confirmó su adiós a París, una eliminación con consecuencias: si Zverev sigue adelante (juega este viernes los cuartos ante Tsitsipas) podría arrebatarle la posición N.º2 del ránking y ponerle las cosas muy complicadas en la round robin de las ATP Finals de Turín. Un enfrentamiento a las primeras de cambio con Sinner sería el peor de los castigos.