La DANA «Depresión Aislada en Niveles Altos», está dejando a su paso por España innumerables daños materiales y humanos. Hasta el momento, 95 personas han perdido la vida por culpa de este fenómeno meteorológico que arrasa en la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Andalucía y Cataluña.
Algunos que pueden considerarse afortunados han logrado sobrevivir, como es el caso de Paco, un taxista que quedó atrapado en su coche cuando los barrancos empezaron a desbordarse. La presión del agua le impedía salir. Por suerte, su ángel de la guarda fue un transeúnte que le ayudó.
“No podía abrir la puerta del coche y, conforme salimos, nos arrastró el agua. A mí me estampó contra una valla y no podría moverme”, explicaba el afectado en medios locales. “Yo pensaba que no salía vivo de ahí. Aquello daba miedo. La presión de agua era brutal y estuvimos tres horas encima de un camión”, ha relatado al programa. “Tengo que dar las gracias al chico”, decía todavía visiblemente conmocionado. “He vuelto a nacer”, admitía.
Otro de los testimonios fue el de Carolina, una mujer que quedó atrapada en una de las carreteras principales de Valencia. “Lo viví con mucho miedo porque veíamos que subía el nivel del agua”, declaraba ante las cámaras. En un momento, temió por su vida al ver que, de un lado, el caudal del río seguía subiendo y, del otro, el barranco les impedía escapar con el coche. “Estamos asustados porque no podíamos hacer nada, estábamos colapsados”, comentaba.
Las redes sociales también se han inundado de otros testimonios agónicos. «Hay un hombre muerto en mi casa, necesito ayuda», escribía en X (antigua Twitter) Rut Moyano, una vecina de Benetússe. “Orba 10-19 de Benetússer. Estoy con dos niños y dos personas mayores. Una de ellas sin movilidad”, ha escrito. “No se escucha ni una sirena”.
Este no ha sido el primer mensaje que Moyano ha lanzado, ya que llevaba solicitando ayuda desde las dos de la mañana, asegurando que había un vecino sin pulso y otro en silla de ruedas que se había caído. “Ya no hay agua en la calle desde hace unas horas y no se escucha ni una sirena, ninguna ayuda para nadie”, escribió. Ocho horas más tarde, logró localizar a sus primogénitos y al padre de sus hijos. Comunicó que ya le habían llamado del 112 y que intentarían llegar hasta su vivienda.