Este miércoles, la selección nacional de Honduras finalizó un intenso morfociclo de entrenamientos en el Estadio Morazán de San Pedro Sula, preparándose para su próximo desafío el esperado duelo contra México en noviembre. Este recinto emblemático se alista como la sede del primer compromiso entre ambas selecciones en el marco de su pase al Final Four de la Liga de Naciones de CONCACAF.
El entrenamiento matutino arrancó bajo un sol brillante que bañaba el césped del Morazán, mientras los jugadores, liderados por el técnico Reinaldo Rueda, realizaban ejercicios físicos supervisados por el preparador físico Juan Carlos Quintero en el extremo norte de la cancha. A la distancia, se escuchaban las risas y la camaradería que fluía entre los jugadores, reflejando el ambiente positivo y motivado que caracteriza al equipo nacional.
Con precisión y disciplina, cada minuto del entrenamiento avanzaba conforme a la planificación del profesor Rueda, quien ajustaba cada detalle, consciente de que en esos aspectos reside la clave para alcanzar los mejores resultados. Alrededor de las 10:00 a.m., se formó un nuevo rondo en torno al entrenador principal, quien detalló los esquemas tácticos y las estrategias que el equipo ejecutará en el césped sampedrano.
En ese momento, la concentración de los jugadores fue máxima, siguiendo al pie de la letra cada instrucción del cuerpo técnico y asimilando cada indicación para lograr un juego en conjunto sólido y efectivo.
Finalmente, al concluir la sesión matutina, los convocados retornaron a sus respectivos clubes para reintegrarse a la competencia en la Liga, listos para aplicar lo aprendido y con la mirada puesta en su compromiso frente a México.