Se veía venir desde incluso más de un día antes del partido, cuando se anunciaba que el recibimiento al equipo sería de los mejores de la historia. Y cuando empezó el show de bengalas y demás fuegos artificiales en la previa a esta revancha de semifinales contra Atlético Mineiro, la cosa era lógica y hasta una cuestión de tiempo: en River sabían que el inmejorable marco que dio la vuelta al mundo a través de las redes y fotos increíbles iba a tener consecuencias.
Y las tuvo en las primeras horas de este miércoles, cuando la Agencia Gubernamental de Control (ente autárquico del Gobierno de la Ciudad que concentra el ejercicio del poder de policía en lo referente a las condiciones de habilitación, seguridad e higiene de establecimientos privados) decidió clausurar el Monumental luego de las inspecciones realizadas en conjunto con la Policía de la Ciudad. En las mismas, encontraron pirotecnia en un baño de discapacitados, tal pudo confirmar Olé con fuentes de la AGC.
A eso se le sumó el hecho fundamental y más importante para establecer la decisión de que los hinchas utilizaron fuegos artificiales y bengalas en la totalidad del estadio, cuando por normas de seguridad solo está permitido en un lugar específico -fuera del mismo- y por un tiempo determinado, bajo la supervisión de técnicos de la empresa de fuegos de la que se debe informar.
Ahora bien, ¿cómo se levanta esta clausura? Lo primero que hay que decir es que, en principio, no afectará la localía de River para el partido del sábado a las 18 contra Banfield. Después, desde el club ya trabajan para solucionar el tema cuanto antes: el trámite se debe realizar ante un controlador de faltas de la Dirección General de Administración de Infracciones de la Ciudad, donde se abona una multa (también interviene el Ministerio Público Fiscal). Por su parte, las sanciones que le podrían caber al Monumental de cara al futuro dependen de la Justicia.