Alemania retiró a su embajador en Irán por la ejecución del ciudadano germano-iraní Jamshid Sharmahd y convocó al encargado de negocios iraní para expresar la protesta de Berlín, según informó el martes el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán.
”Enviamos nuestra más enérgica protesta contra las acciones del régimen iraní y nos reservamos el derecho a tomar nuevas medidas”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores en una publicación de X.
El embajador de Alemania en Teherán protestó en los términos más enérgicos posibles contra el asesinato de Sharmahd, dijo el mensaje, y añadió que la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, había llamado al embajador a consultas en Berlín.
La ministra dijo que fue “secuestrado en Dubái y trasladado a la fuerza a Irán, donde ha permanecido encarcelado durante años sin que se celebrara un juicio justo en su contra hasta que ha sido asesinado”.
“Lo peor que podría pasar ha sucedido, y quiero ofrecer a su familia mi más profundo pesar por esta pérdida tan terrible”, ha manifestado antes de recordar que la Embajada de Alemania en Teherán ha estado trabajando a diario en este caso. “Enviamos a un alto cargo del Ministerio a Teherán en varias ocasiones por este asunto. Hemos dejado siempre bien claro que la ejecución acarrearía graves consecuencias”, ha afirmado en un comunicado.
Los medios de comunicación estatales iraníes dijeron el lunes que Sharmahd había sido ejecutado tras ser declarado culpable de llevar a cabo ataques “terroristas”.
El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Abás Araqchi, dijo el martes en X que “ningún terrorista goza de impunidad en Irán. Aunque tenga el apoyo de Alemania”.
”El ciudadano iraní Jamshid Sharmahd dirigió abiertamente y sin pudor un ataque terrorista contra una mezquita en el que murieron 14 personas inocentes”, dijo Araqchi en su publicación.
Según los iraníes Sharmahd era el líder del grupo Tondar, considerado una organización terrorista en el país y al que el Gobierno acusa de estar detrás de varios atentados que habrían sido ordenados desde el exterior.
El grupo, con sede en Estados Unidos, busca restaurar la monarquía derrocada en la Revolución Islámica de 1979. Las autoridades iraníes le achacan la autoría de una veintena de ataques, de los cuales cinco habrían tenido éxito.
Entre los atentados que se supone que llevó a cabo se encuentra el ataque con bomba en la mezquita Seyed al-Shohada de Shiraz de 2008, en el que murieron 14 personas y 300 resultaron heridas.
Sharmahd, que también era residente en Estados Unidos, fue condenado a muerte en 2023 acusado de “sembrar la corrupción en la Tierra”, un delito capital según las leyes islámicas de Irán.
Su hija, Gazelle Sharmahd, también en X, exigió pruebas de su ejecución y reclamó el regreso inmediato de su padre.
La República Islámica de Irán ha sido acusada de usar a presos con doble nacionalidad o extranjeros como medida de presión o para intercambio de prisioneros con otros países, una práctica que ha sido denominada como la “diplomacia de los rehenes” por organizaciones de derechos humanos.