Este jueves todas las miradas de la reunión de los BRICS en Kazán, Rusia, estaban puestas en el esperado saludo entre el secretario general de la ONU, António Guterres, y el presidente ruso, Vladimir Putin. Ambos se estrecharon la mano de manera afectuosa, pese a que no se reunían desde abril de 2022, dos meses después de que la Federación Rusa invadiera Ucrania; un conflicto que más de dos años después continúa. Durante su intervención, Guterres ha nombrado escuetamente el conflicto ucraniano, en el que ha pedido que se llegue a «una paz justa en línea con la Carta de Naciones Unidas, el derecho internacional y las resoluciones de la Asamblea General».
El secretario general aludió solo en esa ocasión la guerra en Ucrania frente a Putin y al resto de líderes de los BRICS+, un grupo político de las economías emergentes compuesta por Brasil, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Rusia, India, China, Irán y Sudáfrica. No obstante, se espera que ambos mandatarios se reúnan a solas a lo largo del día, espacio en que se podría abordar en mayor profundidad el conflicto.
Esta reunión había sido criticada unas horas antes por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que alegaba que «se trataba de una decisión equivocada que no contribuye a la causa de la paz y que solo daña la reputación de Naciones Unidas». Kiev considera que el movimiento de Guterres es una manera de validar el objetivo de Putin en esta cumbre, que pretende mostrar que todavía cuenta con un amplio apoyo de la comunidad internacional.
Durante el resto de la intervención, Guterres pidió también un «inmediato cese del fuego» en la Franja de Gaza y el Líbano. «Necesitamos paz en todas partes. Necesitamos paz en Gaza con un inmediato cese del fuego y una inmediata e incondicional liberación de todos los rehenes», dijo durante el encuentro que se celebra en la ciudad rusa de Kazán.
También consideró necesaria la distribución «efectiva» de ayuda humanitaria y hacer progresos «irreversibles» para «poner fin a la ocupación» israelí e implementar la solución de los dos Estados. «Necesitamos paz en el Líbano con un inmediato cese de las hostilidades, avanzando en la plena aplicación de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad», añadió. Los líderes de Rusia, China, Irán y Turquía abogaron también durante la reunión de Kazán por la paz en la Franja de Gaza y el Líbano, mientras el presidente palestino, Mahmud Abás, acusó a Israel de «genocidio y limpieza étnica».