El capitán de la selección española de fútbol, Álvaro Morata, habla sobre la depresión que ha vivido recientemente. El vigente campeón de la Eurocopa y actual delantero del AC Milan ha decidido abrirse a hablar sobre su salud mental, una cuestión que incluso le llevó a tomar la decisión de abandonar el Atlético de Madrid y España para irse a jugar a la liga italiana vistiendo la camiseta del AC Milan. El delantero se ha sincerado hablando de lo difícil que era para él abrocharse las botas. “Tres meses antes de ir a la Eurocopa estaba pensando en si iba a poder jugar un partido”, aseguraba Morata.
Durante una entrevista en Cope, el capitán de la selección española ha revelado los duros momentos que vivió hace unos meses, pasando por una depresión. “A finales de este año sale un documental que ayudará a la gente a entender mi historia, porque cuando tienes momentos duros de depresión, da igual el trabajo que hagas, tienes que luchar con esa persona todas las noches”, comenzaba confesando el jugador. “No podía abrocharme las botas, cuando me las ponía, tenía que irme corriendo a casa, porque sentía un nudo en la garganta, se me nublaba la vista”, afirmaba.
La depresión con la que luchó Morata se produjo unos meses antes de que diera comienzo la Eurocopa. “Tres meses antes de ir a la Eurocopa estaba pensando en si iba a poder jugar un partido. No sabía qué me pasaba, es muy delicado y complicado”, ha relatado. El futbolista cogía el coche para ir a los entrenamientos y ya se encontraba mal. Llegaba al vestuario y se quedaba callado a un lado, a pesar de ser uno de los que más les gusta hablar. Pero cuando llegaba el momento de ponerse las botas le superaba: “Tenía que irme a casa y pelear con mi cabeza”. Fue entonces cuando decidió pedir ayuda y empezar a trabajar con una psicóloga y con su coach. Andrés Iniesta y Bojan Krkić también han estado a su lado en todo el proceso porque “han pasado cosas similares”.
El 14 de junio de 2024, arrancaba la Eurocopa, el capitán de la selección llegaba tras pasar por una depresión, pero nadie lo sabía, ni siquiera sus compañeros de vestuario. “No lo sabía ninguno. No me quiero imaginar que habría pasado si no hubiera salido como salió. Me di cuenta de que era más importante para todos de lo que pensaba. Tenía que hacerme fuerte con ellos. En la Eurocopa no tenía ansiedad negativa, pero sí positiva. Me despertaba con ansiedad porque soñaba cosas muy bonitas que no habían pasado”.
Sin embargo, levantar la copa supuso un antes y un después para él: “La Eurocopa me ha cambiado la vida porque se me respeta más, es una espada que tenía en el pecho clavada. Me podré retirar, haber metido más o menos goles, pero la foto de campeones estará ahí”.