La muerte del líder del grupo chií Hezbolá, Hasan Nasrala, en un bombardeo sin precedentes de Israel a las afueras de Beirut ha descabezado por completo a la cúpula de la milicia libanesa. «Hasan Nasrala ya no podrá aterrorizar al mundo», indicaban las Fuerzas de Defensa de Israel al anunciar la muerte del clérigo chií en el ataque del viernes. Horas después, la propia milicia confirmaba también la muerte de Nasrala en el ataque y manifestaba su intención de continuar con la «yihad» contra Israel.
Con Nasrala fuera de la ecuación, el Ejército israelí ha compartido un organigrama en el que aparecen todas las cabezas visibles de la cúpula de Hezbolá junto al aviso, en rojo, de que han sido «eliminados».
Este sábado, Israel añadía un nombre más en la lista: Hasan Jalil Yasin, un alto miembro del sistema de inteligencia de Hezbolá, que ha muerto en un nuevo bombardeo en los suburbios meridionales de Beirut, conocidos como Dahye, el mismo lugar donde este viernes asesinaron a Nasrala.
Según Israel, Yasin era «responsable de la identificación de objetivos civiles y militares, en la frontera norte y en lo profundo del territorio israelí», ha detallado el Ejército en un comunicado. Asimismo, el miliciano colaboró «intensamente» con todas las unidades ofensivas de Hezbolá y participó en la planificación de ataques contra civiles y soldados israelíes en los últimos meses.
«Hemos buscado ‘desmantelado’ en internet y esta es la imagen que apareció», han escrito con ironía las Fuerzas de Defensa de Israel en redes sociales, donde han publicado el gráfico.
Tras conocerse la noticia de la muerte de Nasrala, el líder supremo de Irán, Ali Jamenei, ha instado a los musulmanes del mundo a apoyar a Hezbolá «con sus recursos y lo ayuden a enfrentar al régimen usurpador, cruel y malvado» de Israel.
«Los criminales sionistas deberían saber que son demasiado pequeños como para causar un daño significativo a la fuerte estructura de Hezbolá en Líbano», ha indicado el máximo dirigente iraní en un comunicado.
Jamenei ha asegurado que la muerte del jefe de Hezbolá «no quedará sin venganza» y ha decretado cinco días de luto en Irán. Otros países aliados, como Siria, Irak y Yemen, han seguido la estela al anunciar varios días de luto por el asesinato de Nasrala a manos de Israel.
En Irak, el primer ministro, Mohamed Shia al Sudani, ha declarado tres días de luto en todo el país, ha condenado la muerte de Nasrala por ser «un crimen que demuestra que la entidad sionista ha cruzado todas las líneas rojas» y ha destacado que el líder de Hezbolá es «un mártir en el camino de los rectos».
Siria, por su parte, se ha sumado a condenar la «cobarde y brutal agresión israelí» contra Nasrala. «Esta despreciable acción demuestra de nuevo lo traicionero, cobarde y terrorista, la ausencia de valores morales y brutalidad y desprecio por las leyes internacionales» de Israel, ha indicado en un comunicado el Ministerio de Asuntos Exteriores sirio.
También el presidente del Consejo Político Supremo instaurado por los hutíes en Yemen, Mahdi al Mashat, ha anunciado tres días de luto por «el martirio» de Nasrala.