En una situación sin precedentes en La Bombonera, Sergio Romero se increpó cara a cara con algunos plateístas de Boca después de la derrota por 1 a 0 frente a River y desde el Consejo de Fútbol analizan tomar una postura tajante. El arquero sería apercibido con una contundente sanción por parte de la dirigencia que puede ir de una multa económica a perder el puesto de titular debajo de los tres palos.
El resultado del Superclásico fue un baldazo de agua fría para el plantel azul y oro y varios artífices quedaron señalados por el público. Pero lo de Chiquito hizo principal hincapié en el foco de mirada del pueblo boquense. El número uno, cuando ya estaba en el ingreso al túnel para volver al vestuario, se dio la vuelta para subir las escaleras y confrontar al público que estaba insultado e increpando a los futbolistas, una actitud que no cayó bien puertas adentro.
Según reportes, Romero será apercibido con una sanción y hay grandes chances de que la misma sea económica. A su vez, su continuidad en el puesto de titular también está en duda, ya que podría perder el lugar en manos de Leandro Brey.
La gota que rebalsó el vaso de la paciencia del arquero habría sido la frase “traspiren la camiseta”, ya que luego de dichas palabras del hincha el arquero se retrajo de sus pasos y comenzó la pelea. Varios de sus compañeros intentaron pararlo, su compañero en el arco principalmente, pero tuvieron que intervenir varios de ellos para calmar a Sergio y separarlo de los hinchas que se abalanzaron hacia el campo de juego.
Diego Martínez debe decidir que hará con Romero el próximo sábado cuando Boca viaje a Córdoba para enfrentarse a Belgrano. El ex Manchester United es uno de los apuntados por parte del público y, tras algunas jugadas en las que se mostró dubitativo, sumado al acto con los hinchas en la platea y el gran nivel que está demostrando Brey, puede ocupar el banco la semana que viene.
El referente habló en rueda de prensa post partido y le pidió disculpas encarnizadamente a los fanes del cuadro de La Ribera por la situación vivida. “Antes que nada voy a arrancar por lo importante, obviamente que el partido fue importante, pero ofrecerle mis disculpas al hincha de Boca por la situación final. Cuando el muchacho me putea, con la sangre caliente, se me fue la cabeza. Ninguno de nosotros sale a jugar un partido y perderlo. Eso está demás decirlo, queríamos ganarlo como ellos. No pude pensar en el segundo que el muchacho me puteo y entonces se me fue la cabeza”, aseveró.
Me puteó, me puteó con tantas ganas que justo me encontró. Lamentablemente me estaba yendo. Tranquilo pero caliente. Me encontró, se me fue la cabeza. No quería que sucediera. Le ofrezco mis disculpas al hincha de Boca. Estuve mal con la reacción”, agregó Chiquito. A su vez, el arquero fue intervenido con una contravención judicial por los incidentes ocurridos. “Ya firmé la contravención que me trajo la policía y le ofrecí mis disculpas al muchacho. Sabemos que no se puede incitar a la violencia, generar tumulto, firmé recién y ofrecí mis disculpas”, confirmó.
Boca afrontará unos días con bastante incertidumbre tras la derrota con River y se espera un comunicado oficial de parte del Consejo de Fútbol para solucionar el problema. A su vez, el otro que quedó en el ojo de la tormenta post Superclásico fue Diego Martínez, que a pesar de estar en la cuerda floja como director técnico de la institución, seguirá al mando del vestuario con la salvedad de que su trabajo será analizado minuciosamente partido a partido.
“Perdimos la Copa de la Liga, quedamos eliminados en Copa Sudamericana y estamos lejos del campeonato. Pero tengo fuerza, siempre voy a querer lo mejor para Boca. Todo el cuerpo técnico tiene fuerza para seguir en el club, aunque veremos cómo será el futuro”, confirmó el entrenador del Xeneize.