Lamine Yamal se ha consagrado ya como estrella a sus escasos 17 años con un fútbol que ha llevado su nombre a todos los rincones del planeta. En todos los lugares conocen ya las dos bonitas palabras de un nombre compuesto cuyo origen tiene una bonita y dura historia detrás y que es habitualmente confundido con su apellido: Nasraoui Ebana.
Así lo desveló hace algunos meses una persona muy cercana a la familia, Juan Carlos, dueño de un bar del barrio de Rocafonda del que es asiduo cliente su padre y en el que Lamine ha pasado muchas horas.
Según el propietario del local, el nombre Lamine Yamal es una mezcla de dos nombres de amigos de su progenitor que prestaron ayuda a la familia en su llegada a Barcelona.
El matrimonio, ahora divorciado, fue acogido por estas dos personas de confianza de Mounir Nasraoui, dos amigos a los que el padre de Lamine Yamal no podía pagar por falta de recursos. Así, como recompensa, Mounir prometió poner el nombre de ambos a su primer hijo, el jovencito que nació hace 17 años y que ahora brilla en el FC Barcelona y en la selección española.
Más allá de esta bonita historia, cabe destacar que esos dos nombres de origen árabe tienen un significado especial. Por un lado, ‘Lamine’ tiene el significado de ‘honesto’. Por el otro, Yamal tiene el significado de ‘bello’. Es curioso destacar este sentido de los nombres habitual en la cultura árabe, también visto en casos como el de Karim (generoso) Benzema.
Tras la historia del nombre del joven futbolista se esconde la verdadera historia de superación de una familia de inmigrantes que ahora disfrutan de los goles y el éxito de su pequeño protegido.