El papa Francisco aterrizó este miércoles en la ciudad Estado de Singapur, uno de los países más ricos del mundo, lo que será un enorme contraste respecto a las realidades de extrema pobreza que encontró en sus etapas anteriores de Papúa Nueva Guinea, y marcará los temas de sus discursos en esta última etapa de su gira por Asia y Oceanía.
Después del encuentro con los jóvenes en Dili, el papa se trasladó a Singapur con un vuelo de la compañía timorense AirDili, que aterrizó a las 14.55 horas (6.55 GMT), y fue recibido por el ministro de Cultura, Edwin Tong.
Respecto a la gran presencia de personas en las calles de Dili esperando al papa, los habitantes de la frenética ciudad de negocios, conocida como la “Perla de Asia”, no parecieron darse cuenta de la llegada del pontífice.
Jornada de descanso
Francisco, tercer papa que visita Singapur tras Pablo VI y Juan Pablo II, dedicará el resto de la jornada a descansar y sólo mantendrá un encuentro privado con los miembros de la Compañía de Jesús.
El jueves, la jornada comenzará con la ceremonia de bienvenida, la reunión con el presidente de la República, el primer ministro y las autoridades y finalizará con una misa en el ‘Singapore SportsHub’ en la que se esperan unas 55.000 personas, el aforo del estadio.
Mientras que el viernes concluirá esta etapa, de poco más de 24 horas, con una visita a un grupo de ancianos y enfermos en la Casa ‘Santa Teresa’ y luego un encuentro interreligioso con jóvenes en el ‘Catholic Junior College’ para después regresar a Roma.
Singapur mantiene relaciones diplomáticas con la Santa Sede desde 1981 y ocupa los primeros puestos en un gran número de indicadores internacionales, tanto en lo referente a la calidad de vida, como la seguridad personal o la educación y es el cuarto país más rico del mundo en relación con el poder adquisitivo de sus habitantes, después de Qatar, Luxemburgo y Macao.
El jueves, la jornada comenzará con la ceremonia de bienvenida, la reunión con el presidente de la República, el primer ministro y las autoridades y finalizará con una misa en el ‘Singapore SportsHub’ en la que se esperan unas 55.000 personas, el aforo del estadio.
Mientras que el viernes concluirá esta etapa, de poco más de 24 horas, con una visita a un grupo de ancianos y enfermos en la Casa ‘Santa Teresa’ y luego un encuentro interreligioso con jóvenes en el ‘Catholic Junior College’ para después regresar a Roma.
Singapur mantiene relaciones diplomáticas con la Santa Sede desde 1981 y ocupa los primeros puestos en un gran número de indicadores internacionales, tanto en lo referente a la calidad de vida, como la seguridad personal o la educación y es el cuarto país más rico del mundo en relación con el poder adquisitivo de sus habitantes, después de Qatar, Luxemburgo y Macao.