(Desde Washington, Estados Unidos) Durante una sesión extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) se condenó las sistemáticas violaciones a los derechos humanos y el fraude electoral cometido por Nicolás Maduro en Venezuela para perpetuarse sine die en el poder.
Durante dos horas de exposiciones, los representantes de Paraguay, Perú, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, Guatemala, Estados Unidos, Chile, Argentina, Uruguay, Ecuador e Italia denunciaron los crímenes de lesa humanidad ejecutados por la dictadura caribeña y exigieron que se publiquen las actas electorales para confirmar que la oposición liderada por Edmundo González Urrutia y María Corina Machado derrotaron a Maduro.
Los embajadores de Brasil, México y Colombia se mantuvieron en silencio frente a la compleja situación institucional de Venezuela. Lula da Silva, Gustavo Petro y Andrés Manuel López Obrador (AMLO) conocen las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen populista, pero optaron por ordenar a sus representantes en la OEA que cerraran los labios y pusieran cara de circunstancia durante toda la sesión extraordinaria del Consejo Permanente.
El cónclave de la OEA inició a las 10.10 AM (hora del este) en su antiguo edificio colonial a escasas calles de la Casa Blanca. Afuera el sol de verano caía impiadoso, mientras que adentro del Salón Bolívar se notaba la tensión diplomática por la fractura tácita que el Caso Venezuela provocó en el foro regional.
Sólo Brasil, México, Colombia y un puñado de islas del Caribe callan ante la represión ilegal de Maduro. El resto, liderado por Estados Unidos, Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay, desnuda el plan de violencia estatal y parapolicial que despliega Maduro ante la oposición política y los medios independientes.