El Barça consiguió la victoria 2-1 ante un Rayo Vallecano que fue mejor en la primera parte, pero que no aguantó en la segunda. Dani Olmo fue la estrella del equipo azulgrana entrando tras el descanso y cambiando la cara a un Barcelona que tuvo que remontar el gol inicial de Unai López con tantos de Pedri y el propio Olmo que selló la tercera victoria de los de Flick en tres jornadas. Los culés se colocan primeros en solitario en la Liga y desatan la ilusión en la afición ‘blaugrana’.
Barça y Rayo se enfrentaban en la tercera jornada de Liga, ambos equipos llegaban tras un inicio de temporada positivo, dos victorias para los culés y una victoria y un empate para los de Vallecas. Los azulgranas, con diferentes sensaciones dentro y fuera del campo, pendientes de la inscripción de Dani Olmo, que finalmente lograron, mientras en el terreno de juego buscaban el liderato. El Rayo, tras un empate contra el Getafe, sin disparos a puerta, y con el flamante fichaje de James. El partido serviría de prueba a las rachas de los dos equipos.
Empezó el Rayo dominando, generando problemas en la salida de balón del Barça, que se mostró débil en defensa y permitiendo a los locales generar peligro con disparos desde fuera y con centros laterales. Poco tardó, apenas nueve minutos, en materializarse el dominio rayista y con un remate desde dentro del área, Unai López adelantó a los madrileños. No fue hasta el diecinueve cuando los culés probaron a Cárdenas con un disparo de Iñigo Martínez tras un centro de Yamal. Intentó el Barça, desde la posesión, encontrar las opciones, pero el Rayo, con un buen trabajo defensivo y con un ritmo alto, conseguía frenar a los de Flick y montar la contra.
Fue Lamine la mejor baza de los ‘blaugrana’, todo sucedía por esa banda derecha en la que se acompañaba de Koundé y Raphinha para desatascar el ataque barcelonista. Sin embargo, el Pacha Espino no permitió que nadie le superase y, junto a Mumim, evitaron cualquier jugada peligrosa para la portería de la Franja. Con este resultado favorable se marcharon al descanso.
Intentó cambiar las cosas Flick y aprovechó el descanso para meter al recién inscrito Dani Olmo por un Ferran que prácticamente ni apareció durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Ya en la primera jugada, Olmo se mostró más que el de Foios. Y no sólo el ex del Leipzig, también sus compañeros comparecieron con otra actitud y generando ocasiones para igualar el partido. Una sola sustitución cambió la cara al Barça, que encontró el gol en botas de Pedri. No se conformaron los culés que con el impulso del gol se lanzaron a por la remontada.
