Los equipos de emergencia italianos recuperaron este miércoles cuatro cadáveres del interior del yate hundido frente a Sicilia (sur), mientras se busca a otros dos desaparecidos, confirmaron fuentes de los equipos de rescate.
Los cadáveres no han sido identificados y, según los medios, uno de ellos corresponde a un hombre “corpulento”. Las fuentes no confirmaron las informaciones de los medios de comunicación italianos según las cuales dos de ellos habían sido identificados como el magnate tecnológico británico Mike Lynch y su hija.
El supervelero ‘Bayesian’ se hundió en la noche del lunes frente a las costas de la localidad de Porticello en medio de una fuerte borrasca, cuando en su interior había 22 personas, doce pasajeros y diez miembros de la tripulación.
El barco se hundió en minutos y 15 personas, incluidos nueve miembros de la tripulación, fueron rescatadas.
El balance provisional es de cinco víctimas mortales, después de que anteriormente se encontrara el cadáver del cocinero francés Ricardo Tomas.
Hasta este miércoles seis personas constaban como desaparecidas: el magnate británico Mike Lynch y su hija Hannah, el presidente de Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer, con su esposa, y el abogado de Lynch, Chris Morvillo, y su mujer Neda.
Lynch, acaudalado hombre de negocios apodado el “Bill Gates británico”, celebraba con sus amigos, colaboradores y abogados su absolución en junio en un juicio por fraude en Estados Unidos que podría haberle costado años de prisión.
Desplegado un dron submarino
Las labores para recuperar a los desaparecidos se vieron dificultados por la profundidad en la que se encuentra el yate, a 50 metros, y por la posición en la que quedó tras su hundimiento.
Los buzos de los bomberos italianos ayer consiguieron abrir una vía de acceso pero proceden lentamente porque solo disponen de una autonomía de doce minutos en cada inmersión, según han explicado los responsables del dispositivo.
Por eso, la Guardia Costera italiana desplegó un dron submarino. El ROV (Remotely Operated Vehicle), operado por buzos de las Unidades de Buceo de la Guardia Costera de Nápoles y Mesina, puede operar en el lecho marino a una profundidad de hasta 300 metros y puede funcionar entre 6 y 7 horas.
El aparato estaba equipado con tecnología avanzada que le permitía investigar el fondo marino y grabar vídeos e imágenes detalladas, con el objetivo de proporcionar elementos útiles y precisos para reconstruir la dinámica del accidente.
Entretanto, el capitán del yate naufragado, James Catfield, fue interrogado por los investigadores italianos. Catfield, neozelandés de 51 años, fue uno de los 15 supervivientes de la tragedia y ha respondido a las preguntas de los fiscales de Termini Imerese, que han abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido.
El interrogatorio del capitán ha durado más de dos horas, según avanzan los medios locales, y se ha desarrollado en un complejo hotelero cerca de la localidad de Porticello.