La caja negra del avión ATR-72 de la aerolínea Voepass, que se estrelló el pasado viernes en el municipio brasileño de Vinhedo (Sao Paulo), registró gritos y conversaciones en la cabina de los pilotos momentos antes del siniestro. El análisis preliminar del material, al que obtuvo acceso Jornal Nacional, por sí solo no esclarece la posible causa de la tragedia en la que perdieron la vida las 62 personas que estaban a bordo.
Especialistas del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes (Cenipa), vinculado con la Fuerza Aérea Brasileña, transcribieron casi dos horas de grabación de la caja negra y determinaron que el avión perdió altitud de forma repentina.
Cuando los pilotos se dieron cuenta de que la aeronave estaba perdiendo sustentación, el copiloto Humberto de Campos Alencar e Silva preguntó qué estaba pasando y dijo que tenían que «darle potencia» para intentar estabilizar el avión y evitar la caída, recoge Globo. Sin embargo, no lograron hacerlo.
Aproximadamente un minuto después de que los pilotos se percataron de la pérdida de altitud, el avión se estrelló. Durante ese instante, la tripulación intentó reaccionar. Lo último que se escuchó fueron los gritos y el choque de la aeronave contra el suelo.
Rosana Santos Xavier, una de las víctimas del accidente, expresó preocupación por el estado del avión minutos antes del despegue. «Qué miedo este vuelo, lo juro. Es un avión viejo. Hay un asiento roto, un caos», escribió la joven de 23 años en un chat familiar.