Estados Unidos ratificó este miércoles la victoria de Edmundo González Urrutiaen los comicios presidenciales del pasado 28 de julio en Venezuela y exigió al régimen de Nicolás Maduro que reconozca su fracaso y dé lugar a una transición ordenada hacia el orden democrático en el país.
El candidato de la Plataforma Unitaria Democrática “ha obtenido la mayoría de los votos y eso está claro, está claro”, comenzó asegurando la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, durante una rueda de prensa y, a continuación, sostuvo que tal como “lo hemos dicho una y otra vez, y seguiremos diciendo, Maduro debe reconocerlo”.
Desde un primer momento, Estados Unidos manifestó su repudio al fraude electoral chavista y apoyó el triunfo arrasador de González Urrutia, que quedó expuesto en el trabajo de recopilación de actas por parte de María Corina Machado y su equipo, en el que se contabilizaron cerca del 70% de los votos con una ventaja irremontable en favor del ex diplomático. Esto, a su vez, fue cobrando fuerza con las evidencias de un carente marco de transparencia y garantías democráticas aquel domingo, los críticos informes de observadores internacionales y, principalmente, la falta de presentación de los documentos oficiales por parte del Consejo Nacional Electoral que respalden el supuesto triunfo de Maduro.
En este contexto, en el que surgieron protestas que son violentamente reprimidas por las fuerzas de seguridad del régimen, la comunidad internacional ha comenzado a explorar opciones para conseguir la salida pacífica de Maduro del poder. Así, Jean-Pierre explicó que desde la Casa Blanca se seguirán evaluando los caminos “para incentivar y presionar a Maduro para que reconozca los resultados de las elecciones”, aunque se negó a profundizar cuáles serían estas alternativas.
En los últimos días trascendió que Washington había ofrecido a Maduro una amnistía para que acceda a entregar el poder, en medio de los diálogos que mantienen México, Brasil y Colombia entre las partes venezolanas. Sin embargo, este lunes el portavoz del Departamento de Estado declaró que “eso no es cierto” aunque sí se “está considerando un amplio abanico de opciones para presionar a Maduro para que regrese a Venezuela en el sendero de la democracia y se inicien conversaciones para una transición pacífica”.