La ex primera ministra de Bangladés, Sheikh Hasina, acusó a EE. UU. de orquestar su destitución por haber rechazado ceder la isla de Saint Martin, que proporciona a su propietario el control sobre el golfo de Bengala, informa The Economic Times.
Los seguidores cercanos a Hasina hicieron llegar al medio una carta en la que la exdirigente explica por qué dimitió y alerta a su pueblo de posibles provocaciones y manipulaciones. «Dimití para no tener que ver una procesión de cadáveres.
Querían llegar al poder sobre los cadáveres de los estudiantes, pero no lo permití, dimití del cargo de primera ministra. Podría haber seguido en el poder si hubiera renunciado a la soberanía de la isla de Saint Martin y hubiera permitido que Estados Unidos dominara el golfo de Bengala. Ruego al pueblo de mi tierra que no se deje manipular por los radicales», reza el comunicado de Hasina.
La exmandataria aseguró que tuvo que tomar la «dificilísima decisión» de dimitir, ya que si hubiera permanecido en Bangladés se habría asesinado a más personas y se habrían destruido más recursos.
«Me convertí en su líder porque ustedes me eligieron, fueron mi fuerza», subrayó Hasina, aseverando que su «corazón llora al recibir noticias de que muchos líderes han sido asesinados, los trabajadores son acosados y sus hogares son objeto de vandalismo e incendios».
Hasina no descartó la posibilidad de volver a Bangladés y prometió rezar por el futuro de su país. La ex primera ministra se dirigió a los estudiantes que siguen protestando, afirmando que «los conspiradores se aprovecharon de la inocencia» de los jóvenes y les utilizaron para desestabilizar la nación.
El 5 de agosto Hasina renunció a su cargo y huyó a la India en medio de los violentos disturbios que costaron la vida a centenares de personas en la última semana. Mientras tanto, continúan en el país los enfrentamientos con la Policía, los actos de violencia y el vandalismo. Desde el inicio de los disturbios, se calcula que ha habido alrededor de 440 muertos.