El expresidente argentino, Alberto Fernández, negó haber golpeado a su expareja y madre de uno de sus hijos, Fabiola Yáñez, quien lo denunció públicamente por violencia de género.
El exmandatario respondió por primera vez a la acusación durante una entrevista con el periodista Horacio Verbitsky, que fue publicada como adelanto este domingo. En ella, Fernández aseguró que «no hay un solo testimonio» que avale la acusación y cuestionó a sus críticos: «Si soy un golpeador, ¿por qué se sometió a un tratamiento de fertilidad?».
El expresidente alegó que es víctima de una operación del Grupo Clarín, «aprovechando la fragilidad de una persona con graves problemas psíquicos» y afirmó que tiene pruebas para demostrarlo. Asegura conservar chats con la madre de Yáñez, en los que discutían con preocupación los problemas de alcoholismo de ella.
«Viví 17 años con Marcela Luchetti (la madre de su otro hijo) y 10 con Vilma Ibarra, y no hay un solo episodio de que yo las haya agredido», resaltó.
Fotos y chats comprometedores
Lo que comenzó el pasado domingo como una filtración periodística mutó este martes en una denuncia formal, que Yáñez interpuso en juzgados argentinos desde Madrid, en donde reside junto con el hijo de ambos, Francisco, de 2 años.
Pero este jueves la conmoción se intensificó, luego de difundirse las fotos y los chats que la ex primera dama incluyó en la denuncia. Las imágenes, en la que se le ven moretones en un brazo y en un ojo, forman parte de una conversación de agosto del 2021, en el que ella le reclama por sus maltratos al entonces presidente.