El director general del OIEA, Rafael Grossi, hizo este viernes un llamamiento a los militares rusos y ucranianos que se enfrentan en la región rusa de Kursk para que apliquen la “máxima moderación” en torno a la central nuclear, con el fin de evitar un accidente atómico.
“Estoy personalmente en contacto con las autoridades competentes de ambos países y seguiré ocupándome del asunto”, dijo Grossi en un comunicado emitido por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la agencia nuclear de la ONU.
La nota recuerda que la planta nuclear de Kursk cuenta con seis unidades de dos tipos de reactores diferentes (RBMK-1000 y VVER-510), de los que dos están plenamente operativos, otros dos están parados y otros dos están en construcción.
Sin mencionarla, Grossi alude a la actual incursión de fuerzas ucranianas en la fronteriza región rusa de Kursk.
Necesidad de garantizar la seguridad nuclear
“En vista de la actividad militar de la que se ha informado”, recuerda a las partes la necesidad de garantizar la seguridad nuclear durante un conflicto armado, y los principios establecidos para ello en la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, controlada actualmente por Rusia.
Entre esos principios “se incluye el imperativo de garantizar la integridad física de una central nuclear. Esto es válido independientemente de dónde esté situada una central nuclear”, subraya el diplomático argentino en la breve nota.
“En esta coyuntura me gustaría hacer un llamamiento a todas las partes para que actúen con la máxima moderación a fin de evitar un accidente nuclear con posibles consecuencias radiológicas graves”, añade.
El alcalde de la ciudad rusa de Kurchátov, que acoge la central nuclear, escenario de una incursión ucraniana, llamó este viernes a la calma ante la incertidumbre causada por combates en la provincia, “a unas decenas de kilómetros” de la ciudad.
“La situación es tensa, hay un estado de emergencia en vigor”, escribió Ígor Korpunkov en su canal de Telegram.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) de Washington dijo este viernes que las fuerzas ucranianas se han adentrado ya 35 kilómetros en la región rusa de Kursk.
Rusia lleva cuatro días intentando expulsar a las tropas ucranias, en el mayor ataque a su territorio en casi dos años y medio de contienda.
Moscú ha ampliado el estado de emergencia decretado en las zonas fronterizas con Ucrania a toda la región de Kursk.