Las tropas terrestres de Israel iniciaron una nueva incursión en Jan Yunis, una importante ciudad del sur de la Franja de Gaza que ayer fue parcialmente abandonada por los civiles, y donde los soldados combaten incluso bajo tierra para eliminar “objetivos terroristas”.
Según ha informado el Ejército este viernes, “tras recibir información de inteligencia que indicaba la presencia de terroristas e infraestructura terrorista en el área de Jan Yunis (…) la 98 División de las Fuerzas de Defensa de Israel comenzó su actividad operativa en la zona”.
El comunicado castrense precisa que “las tropas están participando en combates tanto en la superficie como bajo tierra para eliminar a los terroristas en el área mientras localizan y desmantelan armamento e infraestructura”.
Más de 30 ataques aéreos
Además, la Fuerza Aérea israelí bombardeó más de 30 objetivos en Jan Yunis, incluidas supuestas instalaciones de almacenamiento de armas y milicianos “que planearon y llevaron a cabo ataques con morteros y francotiradores contra las tropas”, añade el Ejército.
Por su parte, la agencia oficial de noticias palestina, Wafa ha denunciado que varios civiles murieron en un bombardeo contra una tienda de campaña que albergaba a personas desplazadas en la zona de Abasan al Kabira, al este de Jan Yunis.
Esta localidad ha sido históricamente bastión de milicias palestinas en Gaza y ayer el Ejército israelí volvió a ordenar la evacuación de múltiples barrios, todos en el este y noreste de la ciudad.
Poco después de ordenar los desalojos, los servicios de Defensa Civil gazatíes anunciaron haber recuperado cinco muertos entre los escombros de una vivienda en Al Qarara, en un bombardeo de la aviación israelí.
Una localidad arrasada
El pasado 4 de agosto, Israel también ordenó la evacuación de barrios del sureste de la ciudad, tras una incursión a finales de julio que dejó unos 300 muertos.
Los habitantes de esta zona no tienen más remedio que desplazarse hacia la cada vez más estrecha “zona humanitaria” de Mawasi, que también ha sido blanco de bombardeos y donde cientos de miles de palestinos se hacinan en un enjambre de tiendas de campaña en condiciones humanitarias paupérrimas.
Según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), unas 200.000 personas fueron evacuadas de Jan Yunis entre el 22 y el 27 de julio durante la última incursión terrestre del Ejército israelí, que dejó gran parte de la localidad totalmente arrasada.
Ofensiva general
Mientras, el Ejército israelí continuó su ofensiva por aire, tierra y mar en todo el enclave, donde atacó 60 objetivos.
El Ejército aseguró que, en Rafah, eliminó a “docenas” de supuestos milicianos con bombardeos, disparos de artillería y combates cuerpo a cuerpo, y en el centro de la Franja los uniformados abatieron a un número indeterminado de milicianos que se disponían a dispararles.
En estas intervenciones, al menos ocho civiles murieron y numerosos resultaron heridos en Jabalia, al norte de Gaza, en los campos de refugiados de Nuseirat y Maghazi, en la zona central del enclave; así como en la sureña Rafah, según Wafa.
Estados Unidos, Egipto y Catar, que siguen mediando para un alto el fuego, exigieron ayer a Israel y a Hamás que “reanuden las discusiones urgentes el jueves 15 de agosto en Doha o El Cairo para cerrar todas las brechas restantes y comenzar la implementación del acuerdo sin más demora”.
Israel anunció el envío de una delegación el jueves, aunque Hamás no se ha pronunciado.
La guerra estalló el 7 de octubre del año pasado tras un ataque de Hamás contra Israel que dejó unos 1.200 muertos y 251 secuestrados.
Tras más de 10 meses de escalada, la ofensiva israelí ha dejado en la Franja de Gaza casi 40.000 muertos -la mayoría niños y mujeres-, más de 90.000 heridos, 10.000 desaparecidos bajo los escombros y 1,9 millones de desplazados que sobreviven en una crisis humanitaria sin precedentes.