Los habitantes de Daca se esforzaron este viernes por buscar un viso de normalidad en el primer día del premio Nobel Muhammad Yunus como nuevo jefe del Gobierno interino, tras semanas de violencia que dejó más de 400 muertos, aunque la ausencia de Policía en las calles continúa obligando a estudiantes a gestionar el caótico tráfico de la capital.
“Ya que no hay Policía, hemos tomado la responsabilidad de gestionar el tráfico en los últimos días”, dijo a EFE Sanjit Mahamood, un estudiante de la Universidad Siddheswari, cerrada estos días al igual que el resto de establecimientos educativos del país.
La zona de Banasree, donde Mahamood y un pequeño grupo de estudiantes de ambos sexos controla el tráfico desde por la mañana, fue escenario de fuertes choques entre manifestantes y las fuerzas de seguridad, en los que EFE confirmó al menos 15 muertos.
Falta de seguridad
El pequeño grupo de jóvenes, que como en numerosas intersecciones de la ciudad están armados con palos para golpear el flanco de autobuses y otros vehículos que se detienen donde no deberían, es sin embargo parte de una red de un centenar de estudiantes que se turnan a la hora de gestionar el tráfico, dijo Mahamood.
A la preocupación por la falta de seguridad en Daca, especialmente durante la noche, se contrapone la aparente euforia por la toma de poder ayer de Yunus, el economista y premio nobel de la Paz de 84 años al frente de un Ejecutivo provisional con 16 asesores que gobernará el país asiático.
“Todos los estudiantes están contentos, porque es un auténtico ídolo para nosotros”, señaló Mahamood, con la esperanza de que una vuelta a la normalidad evite nuevos enfrentamientos en las calles.
A pesar del reciente nombramiento de un nuevo jefe de la Policía en Daca, Moinul Islam, y de un ultimátum de este para que los oficiales se presenten en sus puestos, muchos miembros de las fuerzas de seguridad seguían este viernes ausentes.
También en las factorías textiles, uno de los sectores clave en el país asiático, pesa la falta de seguridad mientras comienzan a reabrir.
“La mayoría de las fábricas han reabierto (…) y la mayoría pagó a los trabajadores por el mes de julio” en la zona de Konabari, dijo a EFE el sindicalista Mohammed Ashrafuzzaman, “aunque no hay Policía”.
Fin de un ciclo
Semanas de protestas estudiantiles culminaron el pasado lunes con la dimisión y huida a la vecina India de la ex primera ministra Sheikh Hasina, que el pasado enero obtuvo un cuarto mandato consecutivo en unas elecciones boicoteadas por la oposición.
Lo que comenzó inicialmente como unas manifestaciones contra un sistema de cuotas al empleo público que los estudiantes consideraban injustas, en uno de los países más pobres del mundo, evolucionó en un movimiento para expulsar a Hasina del poder.
La brutal represión de las fuerzas de seguridad y la violencia desatada, con más de 400 muertos y casi 10.000 detenidos, hizo que los estudiantes pasaran de exigir las disculpas de la ya ex primera ministra a un fin completo de la “era” Hasina.