La ONU ha declarado que nueve trabajadores de su agencia para refugiados palestinos, UNRWA, «podrían haber estado implicados» en los ataques perpetrados por Hamás el pasado 7 de octubre contra Israel.
Según un informe de la Oficina de Servicios de Supervisión Interna (OSSI), la investigación sobre 19 empleados de UNRWA presuntamente involucrados en los ataques concluyó que, en nueve casos, «las pruebas obtenidas por la OSSI indicaban que los miembros del personal de UNRWA podrían haber participado en los ataques armados del 7 de octubre de 2023».
El comunicado añade que «el empleo de estas personas será terminado en interés de la Agencia».
En los otros nueve casos revisados, la OSSI determinó que las pruebas de participación eran insuficientes, mientras que en un caso no se encontraron pruebas.
Israel ha acusado a cientos de empleados de UNRWA de tener vínculos con grupos terroristas en Gaza. En enero, UNRWA anunció que había despedido a un número no especificado de empleados, tras recibir información de las autoridades israelíes que sugería su implicación en los ataques del 7 de octubre. Entre los nueve empleados mencionados en el informe de hoy se incluyen algunos de los despedidos en esa ocasión.
Estas acusaciones llevaron a varios países a suspender su financiamiento a la organización, aunque muchos lo han restablecido citando la precaria situación humanitaria en la Franja de Gaza.
En abril, un comité independiente revisó a UNRWA y concluyó que Israel no había presentado pruebas suficientes para respaldar sus alegaciones de que un número significativo de empleados de la agencia eran miembros de organizaciones terroristas. El panel destacó que UNRWA posee políticas «sólidas» para asegurar la neutralidad de su personal.