“No soy el nuevo Bolt”. Hace 27 años, a más de 7.000 kilómetros de distancia desde París, Keisha Caine y Kevin Lyles fueron padres de un niño en Gainesville, Florida: eligieron llamarlo Noah.
De pequeño tuvo un paso como gimnasta juvenil, pero la herencia familiar pudo más para volcarse a partir de los 12 años al atletismo, disciplina que hacían Keisha y Kevin en la Universidad de Seton Hall, en Estados Unidos. Esa elección fue recompensada este domingo porque Noah Lyles se transformó en el hombre más rápido de los Juegos Olímpicos de París 2024 al quedarse con la medalla de oro en los 100 metros en una impactante definición con Kishane Thompson. Y desafía el legado del histórico Usain Bolt.
Lyles brilló en la pista del Stade de France para acercarse a un hito, porque esta carismática figura también se ilusiona con lograr el premio máximo en los 200 metros y en el relevo corto de 4×100. Las pruebas irán del 5 al 10 de agosto y, de conseguir el triplete, igualaría lo hecho en el Campeonato Mundial de Atletismo 2023. En ese momento, había sido el primero en cosecharlo desde Bolt en 2015.
Vale destacar, el atleta norteamericano es tricampeón mundial en la distancia de 200 metros y, en 2023, marcó un tiempo de 19.52, pero sabe que aún tiene mucho para dar porque en 2022 había estampado 19.31, a solo 12 centésimas del fijado por el jamaiquino en 2009 (19,19).
A diferencia de ese registro, lo destronó de otra marca porque Lyles en 2023 se transformó en el deportista que corrió más veces los 200m por debajo de los 20 segundos. Además, ofrece show, como quedó demostrado en París. Antes de la prueba, llamó la atención por su demostración de enjundia, golpeándose el pecho varias veces. Y por su peculiar peinado.
Sin embargo, Noah ha tenido una carrera de inmenso sacrificio para llegar hasta aquí porque debió convivir con malas noticias desde muy niño. A los cuatro años le diagnosticaron un asma crónico grave. “No puedo recordar un momento de mi niñez en el que no estuviera presente. Fueron muchas noches en el hospital, sin dormir, con el respirador, tomando medicamentos… Me hicieron estudios del sueño para descubrir si había formas en las que pudiera descansar mejor”, declaró en un evento privado de Adidas, del que participó el diario español AS.
Se mostró “sorprendido” por la respuesta que encontró en su cuerpo para llevarlo al límite en la antesala a la cita olímpica en Francia durante una entrevista con World Athletics y desafío a la leyenda: “Fue el hombre más rápido en lograrlo (Bolt). Y pronto, seré yo”.
Más allá de su predominio abrumador en los últimos años dentro de la disciplina, el nuevo dueño de los 100 metros en París mantiene su visión en un horizonte futuro: “Tengo una ambición increíblemente fuerte, es lo que me hace seguir con ganas de continuar ganando. En realidad, no importa si gano o pierdo, quiero competir. Deseo innovar, superar los límites y trascender al deporte. Y cuando me retire quiero poder ir a las competiciones para ver a los nuevos corredores y que alguno me diga: ‘Hiciste posible esto para mí’. Quiero ayudar a los que les dijeron que no podían lograrlo”.
Noah Lyles ha contado de su amor por la música, la moda y el arte sumado a su fanatismo por el icónico animé, Dragon Ball Z, hasta el punto de realizar sus celebraciones con festejos referidos a distintos momentos de la serie. Pero en los Juegos Olímpicos, el ícono es él.