Al menos 63 personas han perdido la vida —incluidos 13 policías— y centenares han resultado heridas como consecuencia de una nueva ola de protestas contra el controvertido sistema de cuotas para ocupar cargos de la administración pública en diferentes partes de Bangladés, informaron este domingo medios locales.
Frente a esta situación, el Gobierno ha impuesto un toque de queda en Daca —la capital— y otras ciudades del país asiático, que comenzará a las 18:00 (hora local) de esta jornada y permanecerá en vigor hasta nuevo aviso.
La primera ministra bangladesí, Sheikh Hasina, ha afirmado que quienes realizan sabotajes en nombre de las protestas no son estudiantes, sino terroristas, y ha hecho un llamamiento a sus compatriotas para que los repriman «con mano dura», durante una reunión del Comité Nacional de Asuntos de Seguridad.