El Ejército de Israel bombardeó esta noche de forma simultánea siete regiones del interior y el sur del Líbano, en respuesta al ataque ayer del grupo chií libanés Hizbulá que mató a 12 niños y adolescentes en la ciudad drusa de Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados.
Los ataques estuvieron dirigidos contra las zonas de Sabrinha, Borj El Chmali, Beka’a, Kfar Kila, Rab a-Taltin, al Khyam y Tir Hafa, informó un comunicado castrense.
“Estamos aumentando en gran medida nuestra preparación para la próxima etapa en la lucha en el norte”, aseguró el jefe del Estado Mayor del Ejército, Herzi Halevi, en una visita al campo de fútbol en el que se produjo el impacto del proyectil.
“Cuando sea necesario, actuaremos con firmeza. Nuestro deber es devolver a los habitantes del norte sanos y salvos a sus hogares, en Galilea y en los Altos del Golán. Es nuestro total compromiso”, agregó.
El cohete era un Falaq 1, un misil iraní con 53 kilos de carga explosiva, que es propiedad exclusiva de Hizbulá, indicó Halevi.
“Atacaremos duramente al enemigo”, enfatizó el ministro de Defensa, Yoav Gallant, en una conversación con el líder espiritual de la comunidad drusa, Sheikh Mowafaq Tarif, con quien también conversó anoche por teléfono el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que está en EEUU.
Víctimas menores y adolescentes
El proyectil de la milicia proiraní cayó en un campo de fútbol de la ciudad drusa de Majdal Shams, en el que niños y niñas drusos jugaban, matando a 12 personas. Se ha confirmado la identidad de once de las víctimas, todos menores con edades comprendidas entre los 10 y los 16 años.
“Es el ataque más mortífero contra civiles israelíes desde el pasado 7 de octubre”, dijo el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, en un comunicado.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ya se encuentra en el avión de vuelta de Estados Unidos, tras tener que poner fin a la visita que estaba llevando a cabo esta última semana a la luz del violento incidente.
Se espera que el mandatario llegue a Israel a primera hora de la tarde de este domingo y tiene previsto convocar inmediatamente al gabinete de seguridad.
Netanyahu prometió anoche que “Hizbulá pagará un alto precio que no ha pagado hasta ahora” por el ataque contra Majdal Shams.
“El primer ministro Netanyahu dejó claro que Israel no permitirá que el ataque asesino pase simplemente de largo, y que Hizbulá pagará por ello un alto precio que no ha pagado hasta ahora”, afirmó.
Miles de personas despiden a los menores muertos
Miles de personas se concentraron este domingo en Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados por Israel, para despedir en un funeral colectivo a 11 de los 12 niños -previamente tuvo lugar otro en Ein Quiniye- que murieron ayer por el impacto de un misil atribuido a Hizbulá en el campo de fútbol en el que jugaban.
“Las imágenes del horror jamás se borrarán”, leyó en la ceremonia el líder espiritual druso Sheikh Mowafaq Tarif, quien marcó la pasada jornada como un “sábado oscuro” que quedará “grabado en la memoria como un punto bajo en la humanidad.
En una plaza en el corazón de la ciudad drusa miles de ciudadanos, la mayoría con vestimentas negras, se agolparon a pie de calle, tejados y balcones al paso de los 12 féretros blancos con los menores fallecidos, de entre 10 y 16 años.
Algunos de los ministros del Gobierno de Benjamín Netanyahu, presentes en el funeral, como el de Finanzas, Bezalel Smotrich, o el de Economía, Nir Barkat, fueron abucheados e increpados por algunos de los asistentes.
“¡Sáquenlos de aquí! ¡No los queremos!”, gritó un hombre.
“¿Nos abandonásteis durante nueve meses y ahora estáis aquí?”, dijo otro asistente.
También acudieron el líder de la oposición, Yair Lapid, y el líder laborista, Yair Golan.
“El papel del Estado es brindar seguridad a los niños. Se supone que los niños no deben morir en las guerras de adultos. El Gobierno fracasó, pedimos disculpas a las familias”, afirmó el líder centrista.
Hizbulá niega la autoría del ataque
Por su parte, el grupo chií libanés Hizbulá, negó haber atacado la ciudad de Majdal Shams, pese a que sí había reivindicado a lo largo de este sábado hasta siete ataques en otros puntos del norte de Israel, incluidos los Altos del Golán.
“La Resistencia Islámica en el Líbano desmiente categóricamente las acusaciones vertidas por algunos medios de comunicación enemigos y diversas plataformas mediáticas sobre la acción que tuvo como objetivo Majdal Shams”, indicó la formación armada en un escueto comunicado a través de sus canales oficiales.
Sin embargo, el Ejército acusó a Hizbulá de mentir y aseguró que “conocen exactamente” el punto del lanzamiento del cohete, un pueblo en al área de las Granjas de Chebaa, en el sur de Líbano, controlado por el grupo chií afín a Irán.
La frontera entre Israel y Líbano vive su mayor pico de tensión desde 2006 con un intenso intercambio de fuego desde el 8 de octubre, que se ha cobrado la vida de unas 565 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado unas 350 bajas de milicianos y comandantes, algunas en Siria; además de un centenar de civiles.
En Israel han muerto 46 personas en el norte, 22 militares y 24 civiles, incluidos los 12 menores y adolescentes en el ataque de ayer, el más grave en Israel desde el inicio de las hostilidades, lo que hace temer una guerra abierta.