Más cerca de la lucha por las medallas. España superó a República Dominicana en Burdeos en otro encuentro áspero y con poca chicha y ya tiene el billete para los cuartos de final. El equipo de Santi Denia volvió a ofrecer una pobre imagen tras el estresante debut contra Uzbekistán. Lo más destacable fue la gran actuación de Fermín López, autor de un gol y de una asistencia.
Apenas tocó el once el seleccionador, obligado a dar entrada a Juanlu Sánchez en el lateral derecho debido a una sobrecarga muscular del titular. Fue la única novedad en la alineación de la rojita, una declaración de intenciones de Santi Denia tras las críticas recibidas por el duelo contra Uzbekistán. La apuesta del seleccionador, en todo caso, no parece que esté dando el rendimiento esperado a tenor del poco fútbol que está desarrollando su equipo.
Remó España en el arranque del partido para hundir a la República Dominicana en su propio campo a base de posesiones largas lastradas, eso sí, por la poca profundidad a partir de la zona de tres cuartos. El equipo de Unai Gómez nunca renunció a salir jugando y eso fue su condena.
Tentando a la suerte, el portero pecó de temerario en un pase a Omar de la Cruz y Fermín, más listo que nadie, se anticipó para rebañar el balón y hacer el 0-1 en el ecuador de la primera parte (24’). Con la lata por fin abierta, el partido parecía ponerse cuesta abajo pero solo fue un espejismo.
Impulsada por el gol en contra y sin nada que perder, la República Dominicana dio un paso al frente que sorprendió a España, extraviada sin el balón durante algunos tramos. En una jugada a balón parado, suerte en la que se igualan las fuerzas, Montes de la Oca igualó la contienda a la salida un córner muy mal defendida por España. El centrocampista remató totalmente solo y Tenas, vendido, no pudo hacer nada para evitar el empate (38’).
Nuevo escenario en Burdeos y España obligada a retomar la iniciativa. El cuadro caribeño transitaba por sus mejores minutos pero una agresión incomprensible de Azcona, que le dio una coz a Cubarsí en la entrepierna desde el suelo, le costó la roja directa (45’) y dejó a los de Ibai Gómez en inferioridad con toda la segunda parte por delante. El central azulgrana causará baja por acumulación de amarillas contra Egipto.
A la salida de los vestuarios España se puso manos a la obra para tratar de descerrajar el muro dominicano cuanto antes. La circulación de balón seguía siendo pastosa y previsible pero la Rojita empezó a acumular gente dentro del área rival. Fermín y Baena se sintonizaron entre líneas y a la telaraña caribeña cada vez le costaba más tapar las rendijas. Baena se atrevió con un disparo desde la frontal que rozó en el Urbáez (55’).
Ya con ventaja en el marcador, España negó cualquier opción de reacción a un rival entregado físicamente. El equipo de Santi Denia olió la sangre y acaparó el balón para instalarse en el balcón del área de Bosl. Las entradas de Bernabé y sobre todo de Miguel Gutiérrez dieron un plus de colmillo a la Rojita. El lateral probó un disparo lejano que se marchó alto en el primer balón que tocó en el torneo e instantes después marcó el 1-3 a pase de Fermín. Tras unos minutos de revisión por posible fuera de juego, el VAR dio validez al gol (70’).
Garantizado el resultado, España guardó la ropa y se dosificó pensando en los compromisos que se avecinan sin dejar de mirar a la portería rival.
Una serie de ocasiones de la Rojita permitieron ampliar la ventaja, pero la falta de puntería dejó las cosas como estaban. Ya no hubo más noticias de República Dominicana, que apurará sus escasas opciones de superar la fase de grupos ante Uzbekistán.
Ahora, con los cuartos en el horizonte, a España le urge mejorar su juego tras dos encuentros ante rivales menores saldados con victorias que no han despejado dudas. Egipto espera antes de la lucha por las medallas.