El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil anunció este miércoles que no enviará observadores a las elecciones presidenciales de Venezuela, programadas para el este domingo 28 de julio. Este cambio de decisión se produjo luego de que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, cuestionara la fiabilidad del sistema electoral brasileño.
“Ante las declaraciones falsas contra las urnas de votación electrónica brasileñas, que, contrariamente a lo que afirman las autoridades venezolanas, son auditables y seguras, el Tribunal Superior Electoral no enviará técnicos…”, afirmó el TSE en un comunicado.
Maduro aseguró el martes que los sistemas electorales de Brasil, Estados Unidos y Colombia no son verificables, afirmación que contrasta con lo que el régimen chavista afirmó respecto del sistema electoral venezolano, al cual calificó como “el mejor del mundo”.
“En Brasil ni una sola cédula es verificada”, señaló Maduro en su discurso. Además, elogió a su propio sistema diciendo que en Venezuela se realiza “verificación en tiempo real del 54 % de las urnas”.
“¿En qué otra parte del mundo hacen eso? ¿En Estados Unidos? Es inauditable el sistema electoral. ¿En Brasil? No auditan ni un acta. ¿En Colombia? No auditan ni un acta”, aseveró Maduro.
Las palabras del presidente venezolano hicieron que el máximo tribunal electoral brasileño diera marcha atrás a la invitación que le había extendido la entidad homónima venezolana.
En su nota, la entidad señaló que es “inadmisible” que se descalifique con mentiras “la seriedad e integridad” de las elecciones y de las urnas electrónicas de votación en Brasil.
La semana pasada el TSE había aceptado la invitación que le había hecho la justicia electoral venezolana para participar en los comicios del domingo, la cual había rechazado un mes atrás sin dar explicaciones.
Hasta el momento, el único observador brasileño confirmado en las elecciones venezolanas es el ex ministro de Relaciones Exteriores y asesor especial del actual Gobierno en esa área, Celso Amorin, según dijo esta semana el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en una rueda de prensa a corresponsales extranjeros.
El ataque de Maduro al sistema electoral brasileño se produjo un día después de que Lula afirmara que le asustan las declaraciones del venezolano sobre un “baño de sangre” si es derrotado en las elecciones y en las que le recomendó a Maduro “aprender a perder”.
“No es anormal que en la civilización actual haya candidatos de derecha e izquierda” en unas elecciones, pero “lo que no se puede es irrespetar los valores democráticos”, declaró Lula en una entrevista con corresponsales extranjeros.
Confesó que se “asustó” cuando supo que Maduro había llegado a amenazar con un “baño de sangre” en caso de que sea derrotado en las urnas.
“Me asusté con esa declaración”, confesó Lula, quien reveló que ha conversado dos veces con Maduro para advertirle de que “si quiere contribuir a resolver el problema de crecimiento de Venezuela y la vuelta de los que se fueron, tiene que respetar el proceso democrático”.
Agregó que, en democracia, “el que pierde se lleva un baño de votos, no un baño de sangre”, y que “Maduro tiene que aprender que cuando uno gana se queda, y cuando pierde se va y se prepara para otras elecciones”.
En su opinión, las elecciones del domingo serán “la única oportunidad” para que Venezuela “vuelva a la normalidad” y que el país se reintegre a la comunidad regional e internacional.
Las declaraciones de Lula fueron inmediatamente agradecidas por el candidato opositor Edmundo González Urrutia, a quien todas las encuestas sitúan como favorito en los comicios del domingo, frente a las aspiraciones de reelección de Maduro.
En la entrevista con los corresponsales extranjeros, Lula también reflexionó sobre las pretensiones de algunos líderes mundiales de aferrarse al poder a toda costa.
Según Lula, “cuando a un dirigente se le pone en la cabeza que él es imprescindible o insustituible, ahí es que comienza a nacer el espíritu del dictador”.
Alberto Fernández tampoco viajará a Venezuela
El ex presidente de Argentina Alberto Fernández (2019-2023) no viajará a Venezuela, donde iba a actuar como observador internacional, tras denunciar este miércoles que el régimen de Nicolás Maduro le pidió no hacerlo.
Según la explicación de Fernández, el dictador de Caracas consideró que unas declaraciones efectuadas por él en una emisora argentina “causaban molestias y generaban dudas” sobre su “imparcialidad” y que su coincidencia con las afirmaciones del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, “generaba una suerte de desestabilización del proceso electoral”.
En dicha entrevista en la emisora argentina Radio con Vos, el político peronista pidió “respetar el proceso democrático” en Venezuela y señaló que si Maduro perdía las elecciones, en las que busca su tercer sexenio consecutivo, “lo que tiene que hacer es aceptar”.
Fernández expresó este miércoles su incomprensión ante “tal malestar” de las autoridades venezolanas, por lo que, “ante la insólita demanda”, decidió no viajar para evitar que se le atribuya “querer enturbiar una jornada electoral trascendental”.