El Gobierno bangladesí impuso el viernes un estricto toque de queda nacional y desplegó en las calles al Ejército, que tiene orden de disparar a discreción, en medio de las violentas protestas estudiantiles contra el sistema de cuotas para empleos del sector público, según medios internacionales.
El toque de queda durará hasta las 10:00 a.m. del domingo (hora local), momento en que el Gobierno evaluará la situación y decidirá qué medidas tomar. La restricción fue levantada por espacio de dos horas a partir del mediodía de este sábado a fin de que la población pueda comprar provisiones.
El saldo total de muertos durante los enfrentamientos de esta semana entre la Policía y los manifestantes es ya de 110, mientras que los heridos superaban el jueves los 2.500.
En su intento por sofocar los disturbios, las autoridades impusieron desde este jueves un apagón de todos los servicios de Internet y de telefonía móvil, dejando al país incomunicado. Asimismo, las transmisiones de los canales de noticias están fuera de línea, mientras que los sitios web de la mayoría de los periódicos locales y sus redes sociales no se actualizan desde ayer.
Aunque las protestas se suceden desde hace cerca de un mes, la violencia estalló el pasado martes, cuando la Policía empezó a disparar balas de goma, granadas sonoras y de gas lacrimógeno. Para el viernes, el Gobierno ya había prohibido todo tipo de reuniones y de concentraciones públicas.