Es sabido que a Donald Trump le encanta entrar en escena con la canción God Bless the USA, del cantante de country Lee Greenwood. Este lunes en la Convención Republicana, que se celebra en Milwaukee, no falló a su tradición.
Aunque no fue una entrada cualquiera. A las 21.00, más o menos 52 horas después del intento de atentado que sufrió el pasado sábado durante un mitin en Pensilvania, el expresidente hizo un paseíllo entre el delirio de las miles de personas presentes. Llevaba la oreja izquierda vendada, la que rozó una de las balas con las que el tirador Matthew Crooks a punto estuvo de matarlo..
Caminó entre los gritos de la audiencia hasta situarse al lado de su recién escogido candidato a la vicepresidencia, J.D. Vance, senador de Ohio.
Horas antes, llegó su la designación oficial como candidato del Partido Republicano a la Casa Blanca, después de meses de que se diera por hecho. Y los suyos lo aclamaron en Milwaukee en una votación unánime.
Sucedió en la convención nacional de la formación conservadora. No llegó con todos los delegados a la cita (en las primarias, Haley obtuvo 97; Ron DeSantis, nueve; y Vivek Ramaswamy, tres), pero al final todos y cada uno de ellos fueron apoyándolo.
En las primeras horas de una singular celebración de cuatro días, los delegados de los 50 Estados, junto a los llegados de los territorios asociados y de ultramar, fueron buscando su lugar en la cancha en la que habitualmente juega a baloncesto el equipo de la ciudad, los Milwaukee Bucks. El terreno de juego estaba lleno de sillas plegables y organizado por unos pilotes con los nombres con los lugares de origen de cada grupo.