La previa de la final de la Copa América 2024 que Argentina le ganó a Colombia quedó marcada por el caos en los accesos del estadio Hard Rock de la ciudad de Miami; el eslabón más grave de las deficiencias organizativas que presentó la Conmebol en el certamen que concluyó este domingo en Estados Unidos. El intento de cientos de espectadores de ingresar a la cancha sin tickets derivó en graves incidentes, corridas, fanáticos heridos y la demora de una hora y 20 minutos en el inicio de la definición, que se inició con las graderías con una capacidad superior a la permitida (alrededor del 120%).
Los videos del desorden y los testimonios de los perjudicados se hicieron virales. Y Ramón Jesurún, presidente de la Federación de Colombia, fue protagonista de uno de ellos. Es que el directivo terminó siendo detenido junto a su hijo por agredir a policías dentro de las instalaciones del estadio. Por eso no se lo vio presente en los actos de premiación, donde los jugadores de la Tricolor recibieron la medalla del segundo puesto y James Rodríguez fue distinguido como el mejor jugador del torneo.
Fox Sports compartió un video en el que se ve la pelea en una de las zonas VIP del Hard Rock Stadium entre miembros de logística, policías e invitados de la selección Colombia. Allí, según los testimonios, el dirigente colombiano intentó acceder a uno de los ascensores, el personal que opera en el estadio le dio prioridad primero a los argentinos, lo cual habría provocado la reacción de Ramón Jamil, hijo del dirigente, quien habría agredido a las oficiales, luego de lo cual se sumó Jesurún padre. Acto seguido, resultaron aprehendidos, tal como queda probado en las fichas policiales.
En la filmación se puede observar a varios menores de edad intentando detener a un furioso hombre que se arremete contra el personal de logística. Se trató de un capítulo dentro del bochorno que se vivió antes del cotejo en el que la Albiceleste se impuso 1-0 con gol de Lautaro Martínez para erigirse como bicampeona de América. Niños apretados o golpeados, hombres y mujeres desmayadas, personas trepando por paredes o haciendo pozos para pasar por debajo de las rejas, o hasta un video inverosímil en el que aficionados se colaban en el estadio por los conductos de aire, fueron parte del menú de una jornada surrealista.