El gobierno brasileño llamó al embajador en la Argentina, Julio Bitelli, para consultar sobre el futuro de la relación bilateral con el país vecino. La llamada se produjo luego de que el presidente argentino, Javier Milei, fuera a Brasil para un evento conservador con Jair Bolsonaro. En ese momento no se reunió con Lula.
Bitelli participó este lunes de un almuerzo con el embajador de Brasil en Italia, Renato Mosca, en una recepción ofrecida en Itamaraty para Sergio Mattarella, presidente de Italia. La valoración del gobierno brasileño es que la visita de Milei a Brasil fue normal.
El canciller Mauro Vieira y el presidente Lula decidieron, aun así, que sería importante convocar al embajador de Brasil para conversar. Se reunirá entonces con el propio Lula para hablar sobre el mandatario argentino.
El llamado al diplomático no fue en represalia por las acciones del gobierno argentino. Según se explicó, la convocatoria tiene por objeto hablar de la relación con el país vecino. Incluso sin dramatismo, la decisión del gobierno brasileño refleja el delicado momento que atraviesa la relación bilateral. La idea, agregaron fuentes en Brasilia, es “buscar espacios en los que podamos trabajar, en los que el conflicto entre Lula y Milei no sea un obstáculo”.
Fuentes del gobierno brasileño, en un rápido contacto con Lula en Itamaraty, precisaron que el embajador recibió instrucciones de salvar la relación bilateral, a pesar de Milei. En ese contacto, el presidente admitió que “Javier Milei es complicado, pero hay que salvar la relación con Argentina”. Bitelli tiene buenos contactos con el gobierno argentino y se encuentra en su tercera visita al país. Cuenta con un pasaje de regreso a Argentina para la próxima semana.
Un conflicto entre dos jefes de Estado
La tirantez entre los dos países es un conflicto entre los dos jefes de Estado, que se intensificó en las últimas semanas después de que el presidente Lula dijera que Milei debería disculparse por las ofensas que le hicieron en la campaña de 2023. El argentino no se disculpó y calificó a Lula de “izquierdista con ego inflado”.
Luego de intercambiar tensas declaraciones, Milei canceló su participación en la cumbre del Mercosur y viajó a Santa Catarina para asistir a una reunión de la extrema derecha internacional, junto al expresidente Jair Bolsonaro. En el evento, Milei no se refirió al presidente Lula.