El mexicano, Julio Cervantes Suárez, el único trabajador que sobrevivió al colapso del puente Francis Scott Key en Baltimore, vio cómo sus compañeros de trabajo y familiares cayeron al río Patapsco, lo que hace revivir «todo el tiempo» la tragedia, que cobró la vida de seis trabajadores latinoamericanos.
En una entrevista exclusiva con NBC News transmitida este miércoles, Cervantes Suárez contó que vio como los camiones donde descansaban sus compañeros caían al agua antes de que el vehículo donde él estaba también se desplomara en el río.
“Pensé que no íbamos a salir”, relató el mexicano de 37 años y oriundo de Michoacán.
El mexicano, Julio Cervantes Suárez, el único trabajador que sobrevivió al colapso del puente Francis Scott Key en Baltimore, vio cómo sus compañeros de trabajo y familiares cayeron al río Patapsco, lo que hace revivir «todo el tiempo» la tragedia, que cobró la vida de seis trabajadores latinoamericanos.
En una entrevista exclusiva con NBC News transmitida este miércoles, Cervantes Suárez contó que vio como los camiones donde descansaban sus compañeros caían al agua antes de que el vehículo donde él estaba también se desplomara en el río.
“Pensé que no íbamos a salir”, relató el mexicano de 37 años y oriundo de Michoacán.
“Lo que dije fue gracias a Dios por la familia que me dio. (Le pedí a Dios) que cuidara a mi esposa, a mis hijos y a mi familia. Y pues obviamente pedí perdón por todo lo que había hecho”, recordó el trabajador sobre lo que pensó cuando se encontraba dentro del agua.
Los seis compañeros de trabajo de Cervantes Suárez, entre los que se encontraba su cuñado, Alejandro Hernández Fuentes, y su sobrino, Carlos Daniel Hernández, murieron en el impacto.
El latinoamericano llamó a sus compañeros pero nadie le respondió. Lamentó no haber hecho que su sobrino se quedara a su lado. “Si le hubiera dicho que viniera conmigo, tal vez hubiera sido diferente. Quizás estaría aquí con nosotros”, dijo en español a NBC.
El mexicano aseguró que recuerda “todo el tiempo” los minutos previos al desplome y el momento cuando cae a las heladas aguas del río.
«Fue entonces cuando me di cuenta de lo que pasó», señaló al recordar que miró hacia arriba y se dio percató que “el puente ya no estaba allí».
Aunque no sabe nadar, Cervantes Suárez logró escapar del camión que se hundía al bajar manualmente la ventanilla y aferrarse a unos escombros, donde permaneció unos 25 minutos en las heladas temperaturas hasta que un barco de la Autoridad de Transporte de Maryland lo rescató.