El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva llegó el lunes a Bolivia en una visita prevista para impulsar acuerdos comerciales y ratificar su respaldo político a su colega Luis Arce tras el fallido intento de golpe que ha puesto en entredicho al gobierno boliviano.
“El intento de golpe es imperdonable. Gracias a Dios… el pueblo boliviano garantizó la democracia y creo que la solidaridad internacional fue muy importante”, dijo por la noche el mandatario brasileño, que arribó a la región oriental de Santa Cruz, el motor económico de Bolivia, después de participar, horas antes, en la cumbre de los jefes de Estado del Mercosur, en Paraguay.
Sobre la división del partido de gobierno entre dos bloques, el que sigue a Arce y el de los afines a Morales (2006-2019), evitó pronunciarse e indicó que recién se reunirá con el gobernante boliviano y “entenderá completamente la situación de Bolivia”.
Poco antes al llegar al aeropuerto, el alcalde de Santa Cruz, Jhonny Fernández, le otorgó las llaves de esa ciudad.
Se prevé que los mandatarios de Bolivia y Brasil avancen en acuerdos vinculados con la agroindustria, la transición energética y la industrialización del litio boliviano forman parte de la agenda que abordarán los mandatarios en la ciudad de Santa Cruz, en el oriente boliviano, informó el lunes el vicecanciller Elmer Catarina.
Cerca de un centenar de empresarios brasileños acompañarán a Lula para una reunión conjunta empresarial que presidirán los mandatarios. El martes será la firma de acuerdos y de una declaración conjunta, dijo el funcionario.
Hasta hace dos años Brasil era el principal socio comercial de Bolivia con más de 2.000 millones de dólares de compras anuales, principalmente de gas natural. India desplazó al gigante sudamericano por sus importaciones de minerales, principalmente oro.
Ante la caída de las reservas internacionales de Bolivia, Lula mencionó que “todo esto puede cambiar”.
Brasil es el principal mercado del gas boliviano y será uno de los puntos centrales de la agenda del mandatario brasileño.
Lula da Silva ha tenido un rol importante en la vida política del país andino. En su primer gobierno medió en las crisis de gobernabilidad que vivió Bolivia la década pasada cuando el entonces presidente Evo Morales (2006-2019) enfrentó una arremetida de la rica provincia de Santa Cruz que buscaba la autonomía regional. También impulsó la adhesión de Bolivia al bloque económico Mercosur que se concretará en la cumbre de presidentes que tiene lugar el lunes en Asunción, la capital de Paraguay.
Lula fue uno de los primeros mandatarios en expresar su respaldo a Arce al condenar el intento de golpe del 26 de junio junto a la comunidad internacional.
El principal cabecilla del levantamiento y excomandante del ejército, Juan José Zúñiga, y una veintena de militares activos y retinados más un civil están detenidos e investigados por alzamiento armado y terrorismo, ente otros cargos. Arce dijo que los golpistas buscaban deponerlo del cargo, pero diversos sectores políticos y organizaciones civiles han puesto en duda la versión del gobierno y lo han calificado de un “autogolpe” que presuntamente buscaba levantar la imagen del mandatario, como ha declarado el líder de la revuelta.