La aeronave tuvo que reducir su altura y esperar varios minutos en el aire mientras consumía el combustible para aterrizar en la capital de España y evaluar los daños. No se reportaron personas heridas
Momentos de pánico vivieron los 232 pasajeros que tomaron un vuelo de la aerolínea Avianca que cubría la ruta Madrid-Medellín, después de que el piloto de la aeronave informara sobre un daño en una de las ventanas de la cabina de mando.
Según se conoció, el incidente ocurrió en la tarde del domingo 7 de julio, apenas minutos después de que la tripulación despegara del Aeropuerto Internacional Adolfo Suárez, en Madrid, España. Según información de los pasajeros, 20 minutos después del despegue, la tripulación tuvo que informar que la ventana del piloto se rompió, lo que afectó gravemente la visibilidad y forzó al piloto ando al avión a regresar al aeropuerto de Madrid.
Pasajeros del vuelo AV017 informaron a través de redes sociales el temor que experimentaron durante los 20 minutos que duró el incidente. Detallaron que la tripulación solicitó a los pasajeros adoptar una posición de seguridad para minimizar riesgos en caso de un accidente.
Medios españoles han reportado que, tras la ruptura, la tripulación del avión Boeing 787-8 procedió a liberar combustible en el aire para reducir el peso del avión y facilitar el aterrizaje. Según un comunicado oficial de Avianca, el vuelo aterrizó sin contratiempos y todos los 232 pasajeros resultaron ilesos, al tiempo que la aerolínea proporcionó asistencia y reubicó a los viajeros en otros vuelos.
En redes quedaron registrados los momentos en el que la tripulación procedió a activar los protocolos de contingencia, mientras recibían confirmación para regresar a la terminal aérea. Según se conoció, en un principio el piloto tuvo que descender a 12.000 pies de altura para evitar mayores presiones en la venta que pudiera terminar en la expulsión del panorámico, mientras que los pasajeros grababan cómo se desabastecía la aeronave.
Héctor Rotundo, experto en aviación, comentó en Univisión que las ventanas de un avión no pueden presentar fisuras debido al riesgo de despresurización, lo que podría generar problemas graves de seguridad en el vuelo.
Varios pasajeros de ese vuelo, incluidos paisas que intentaban regresar al país, también criticaron a la aerolínea por las inconsistencias para atender la emergencia, especialmente después de que tuvieran que pasar varias horas en el aeropuerto sin alimentación.
Según comentaron, aunque la aerolínea proporcionó un bono para hospedaje y alimentación, el hotel informó que no prestaría los servicios de alimentación por reglas internas que avianca ya conocía en su momento.
“Avianca ha mandado a sus pasajeros, después de 4 horas de fila, a un hotel con promesa de cena y en la recepción de este hotel han dicho que ya tienen cocina cerrada, que Avianca lo sabía y que no reciben el ticket de cena. Que mal servicio”, criticó uno de los afectados.