El MHPArena de Stuttgart fue testigo de un duelo de cuartos de final de la Eurocopa que será recordado por muchos años: España eliminó al anfitrión Alemania con un tanto sobre el final del tiempo suplementario que significó el 2-1 y ahora enfrentará en semifinales al ganador de Francia-Portugal.
Fue un cotejo vibrante que tuvo a la Roja adelante en el marcador gracias a un tanto de Dani Olmo apenas se iniciaba el complemento, pero que se terminó definiendo en la prórroga porque Florian Wirtz lo empató cuando se disputaba el cierre del tiempo regular. Ya en el suplementario, con una polémica en el foco por la mano dentro del área de Marc Cucurella, fue Mikel Merino el héroe que señaló el 2-1 a segundos de arribar a los penales.
El partido en Stuttgart comenzó de manera frenética, ya que antes del minuto de juego la Roja tuvo una situación clara de gol. Nico Williams cortó por el centro y asistió a Álvaro Morata, quien de espaldas pivoteó de muy buena manera para asistir a Pedri, que a la carrera quedó de frente al arco, pero le entró de manera mordida al balón y Manuel Neuer controló sin mayores sobresaltos.
El mediocampista del Barcelona volvió a ser noticia a los pocos minutos. A los siete, Luis de la Fuente se vio obligado a modificar su alineación. El volante, tras un fuerte cruce de Toni Kroos a los tres minutos de juego (el árbitro inglés, Anthony Taylor, consideró que no ameritaba una amonestación), debió pedir el cambio. En su lugar ingresó Dani Olmo.
Pese a la variante, España siguió siendo más punzante que los locales y avisó dos veces más en el cuarto de hora. Avisó mediante un tiro libre de Lamine Yamal por debajo de la barrera, que pasó cerca del poste, y luego el volante Fabián Ruiz se encontró con tiempo y espacio en el borde de la medialuna para desenfundar un remate, que se fue alto.
La respuesta de los comandados por Julian Nagelsmann recién llegó a los 20 minutos, cuando Joshua Kimmich logró desbordar por la banda derecha ante la marca de Marc Cucurella y lanzar un centro preciso a la cabeza de Kai Havertz, pero el intento del hombre del Arsenal fue contenido fácilmente por Unai Simón.
A los 34 minutos Havertz nuevamente se mostró punzante, sacándole rédito a una floja defensa de Robin Le Normand. El punta probó con un disparo de media vuelta, pero el portero del Athletic Club Bilbao se encontraba bien ubicado debajo de los tres palos. La respuesta de la visita fue un remate desde lejos de Olmo que el hombre del Bayern Munich logró desviar.
El partido luego cayó en un pozo, producto de las imprecisiones y algunas malas decisiones. Tanto España como Alemania se fueron al descanso pensando en alternativas para lograr romper la resistencia de su adversario. No obstante, la Roja recibió una mala noticia durante la primera parte: Robin Le Normand llegó al límite de tarjetas amarillas y no estaría disponible ante un eventual choque de semifinales.
La etapa complementaria fue verdaderamente apasionante, con tanta acción como en la primera pero agregándole el condimento de los goles. Fue Lamine Yamal el que generó una jugada por la derecha tras un pase de Álvaro Morata cuando recién arrancaba el segundo tiempo: el pase rasante a la puerta del área fue como una daga cuando apareció por sorpresa Dani Olmo para sacar un disparo que se metió dentro del arco, bien lejos de la resistencia de Neuer.
En Stuttgart, la Roja estaba llevándose no sólo el boleto a semifinales, sino que estaba dejando en el camino al dueño de casa, uno de los máximos favoritos al título. Y esa sensación crecía a cada minuto, especialmente cuando los de Nagelsmann desaprovecharon dos ocasiones claras. La primera a 15 del final, cuando Florian Wirtz le ganó la espalda a Marc Cucurella y sacó un centro rasante que encontró a Niclas Füllkrug peleando a los agarrones con Nacho, pero fue el delantero alemán el que la enganchó casi en el área chica: su disparo pegó en el palo.
La siguiente cuando ya se jugaban los últimos diez y el arquero Unai Simón cometió un increíble error en un saque de arco, que le dejó la pelota servida a Kai Havertz, quien controló, la picó y dejó la pelota apenas arriba del travesaño.
Quedaban los últimos 120 segundos del tiempo regular cuando Antonio Rüdiger sacó un centro desde la derecha sin demasiada precisión que cayó en el pecho de un compañero y terminó generando una peligrosa jugada ofensiva gracias a la intervención de Kroos, quien la abrió rápido a la izquierda con Maximilian Mittelstädt. Ese centro cruzado cayó en el segundo palo para la corrección de Joshua Kimmich, que con un cabezazo lanzó una perfecta habilitación atrás que derivó en el agónico empate por el remate de Wirtz.
Todavía quedaban minutos de épica en esta llave de cuartos de final. El tiempo suplementario trajo algunas situaciones que mantuvieron la tensión viva. Desde la atajada de Unai Simon tras un gran cabezazo de Füllkrug hasta la enorme polémica por el remate de Jamal Musiala que impactó en la mano izquierda de Cucurella dentro del área, pero que no fue considerada penal ni por el árbitro principal, el inglés Anthony Taylor, ni por su asistente en el VAR, su compatriota Stuart Attwell.
La escena de la épica, la foto que se grabará en los libros de historia, sin embargo, tendrá a Mikel Merino en el plano principal. El futbolista de 28 años, que milita en la Real Sociedad, saltó a la cancha sobre el final del complemento en tiempo regular para ocupar el lugar de Nico Williams y terminó siendo el héroe de la Roja.
Fue cuando restaban poco más de 60 segundos para arribar a los penales que apareció Merino. El partido ya rozaba los 119 minutos de los 120 que obliga a jugar el tiempo extra. El centro de Dani Olmo lo encontró posicionado en el corazón del área, justo detrás de Rüdiger, y sin oposición: su impacto fue correcto, lejos de Neuer y a contrapierna del arquero.
Este agónico tanto fue el cachetazo definitivo para los dueños de casa que llevan casi dos décadas sin ganar la corona de la Euro (el último título fue en Inglaterra 1996). Al igual que en el 2020, cuando se marcharon en octavos de final tras caer contra Inglaterra, los alemanes siguen viviendo un proceso esquivo en las grandes citas que se combina también con la despedida apresurada del Mundial de Qatar 2022 y de Rusia 2018 (en ambos casos no logró superar la fase de grupos).
El próximo paso para la Roja será el martes 9 de julio en el Allianz Arena de Múnich contra el vencedor de Portugal-Francia. Los españoles, que cuentan tres coronas en la historia y son los máximos ganadores junto con los alemanes, sueñan con repetir lo hecho en las ediciones 2008 y 2012, cuando alzaron de manera continuada la copa.