El asesor presidencial Enrique Flores Lanza reaccionó al informe publicado por el CNA donde señalan «Redes estratégicas de Concentración de Poder».
Es vergonzoso el papel de Gabriela Castellanos, que no se ha dado cuenta que ya no es empleada de la narcodictadura. En un “informe” lleno de inexactitudes, datos desfasados, pero sobre todo con gran manipulación y con la aviesa intención de concitar elodio público contra la familia presidencial, la familia de la candidatadel Partido Libre Rixi Moncada y la familia del Asesor Presidencial Enrique Flores Lanza, denuncia de manera escandalosa y terrible, una situación que pone en peligro la existencia misma del Estado, la seguridad nacional y la gobernabilidad democrática de Honduras: se denuncia que estos funcionarios tienen relación de parentesco con media docena de familiares que ejercen alguna función pública.
Se le olvida a esta funcionaria -que actúa con manifiesta ridiculez- que su trabajo es señalar quiénes son los ladrones del erario público, identificar a los que saquearon las arcas del Estado. El CNA ha fracasado en su tarea fundamental de luchar contra la corrupción, ahora se encarga de manera festinada y absurda, a identificar árboles genealógicos, tarea más propia de las “revistas de corazón”. Estas honorables familias señaladas con el dedo mal intencionado del CNA, se han ganado el reconocimiento y respeto del pueblo hondureño y sobre todo de la Resistencia Popular, por haber encabezado en las calles la lucha en contra del Golpe de Estado, a riesgo de sus vidas, de su integridad física y de su libertad.
Mientras el Presidente Zelaya era expatriado por militares, jueces corruptos libraban órdenes de captura contra miembros de estas familias, fueron ellos los que sufrieron la represión militar, la persecución política, las órdenes de captura ilegales, el exilio y la cárcel. Estas familias ocuparon un lugar en primera línea, en las calles, denunciando el Golpe de Estado, la narcodictadura y sus crímenes, fueron ellos los que nunca dieron marcha atrás y junto a miles de hombres y mujeres lograron sacar al dictador y retornar el país al Estado de Derecho. Estas familias se han ganado su espacio a pulso, por derecho propio, por su lucha de 15 años en la resistencia nacional y su liderazgo dentro del proyecto nacional de refundación de la patria. Ahora, Gabriela Castellanos dice que es un crimen indiscutible que colaboren con el Gobierno de la Presidenta Xiomara Castro.
Mientras los miembrosde estas familias arriesgaban sus vida en las calles, enfrentaban a los militares y sufrían represión y persecución, Gabriela Castellanos, empleada de la narcodictadura, desde lacomodidad de su oficina legitimaba el Golpe de Estado, apoyaba la amnistíaotorgada a los golpistas y fue sorda, ciega y muda frente a los crímenes que costaron la vida a 174 compatriotas, guardó silenciofrente al saqueo y lacorrupción público privada, aplaudió desde su camiseta blanca la reeleccióndel Dictador y se coludió con los medios de comunicación quetrafican la verdad.
Hoy se rasga las vestiduras denunciando un gran crimen: los líderes de la resistencia popular, que durante quince años lucharon contra el Golpe y la Dictadura, prestan sus servicios al gobierno de la Presidenta Xiomara Castro. No sabemos si reír o llorar frente a las bufonadas de esta “jurista” que no se ha dado cuenta que ya no es empleada de la Narcodictadura.