Un total de diez civiles ucranianos regresaron de su cautiverio ruso y bielorruso en un intercambio asistido por el Vaticano, entre ellos uno de los líderes de la minoría tártara de Crimea y dos sacerdotes, dando esperanzas de que miles de los que permanecen en manos de Rusia puedan también recuperar la libertad.
«Hemos conseguido devolver a otros diez de los nuestros del cautiverio ruso. A pesar de todas las dificultades», informó el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en su canal de Telegram.
Zelenski subrayó especialmente los esfuerzos del Vaticano para ayudar a traer a casa a los cautivos, entre los que se encuentran dos sacerdotes de la iglesia greco-católica ucraniana, capturados en la ocupada ciudad de Berdiansk.
Algunos de los cautivos llevaban años entre rejas, como Nariman Dzhelial, dirigente adjunto del órgano representativo de los tártaros de Crimea, en cautiverio desde 2021, y Olena Pekh y Valeri Matiushenko, de Donetsk, desde 2017 y 2018.
Otros cinco fueron traídos de vuelta a casa desde Bielorrusia, donde estaban encarcelados por presunto espionaje y desvíos, según reveló la sede ucraniana de Coordinación para el tratamiento de prisioneros de guerra.
Alegría y gratitud
Su regreso culmina un esfuerzo de años de Ucrania y varios socios en el extranjero para ayudar a liberarlos. Sviatoslav Shevchuk, jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, expresó su «sincera gratitud» al papa Francisco y al Vaticano por su contribución a la liberación de dos sacerdotes, Ivan Levitski y Bohdan Geleta.
Según la Iglesia, permanecieron en los territorios ocupados para dar esperanza a la población, pero fueron detenidos en noviembre de 2022, acusados de almacenar armas. Fueron torturados «sin piedad» y sólo se supo que estaban vivos en mayo, cuando apareció la esperanza de su liberación.
El regreso de los cautivos «supone una gran alegría para las esposas, hijos, familiares y seres queridos, así como para muchas personas de Ucrania y del mundo, que lucharon durante años por la liberación de los prisioneros del Kremlin», escribió en sus redes sociales Tetiana Pechonchik, directora de la ONG de derechos humanos «Zmina».
Una de las liberadas, la historiadora del arte Olena Pekh, había desarrollado epilepsia debido a las torturas sufridas durante el cautiverio y ya había perdido la esperanza de salir con vida, según declaró previamente Liudmila Huseinova, que pasó tres años en cautiverio ruso.
⚡️ The first shots of the return from Russian captivity of Deputy Chairman of the Mejlis Nariman Dzhelial. pic.twitter.com/twmNf8tdHk
— Crimea Platform (@crimeaplatform) June 29, 2024
Una liberación poco frecuente
Otro civil liberado, Narinam Dzhelial, líder adjunto de Mejlis, el órgano representativo de la perseguida minoría de los tártaros de Crimea en la Crimea ocupada, fue detenido por Rusia tras su viaje a Kiev en 2021.
Al igual que decenas de otros residentes de la península, fue encarcelado durante 17 años por cargos falsos y trasladado a una prisión en Siberia, a miles de kilómetros de su hogar.
Rusia se niega «categóricamente» a intercambiar a sus presos de Crimea, comentó el jefe del Mejlis, Refat Chubarov. Según él, Dzhelial sólo fue liberado porque Rusia tenía que hacerlo para recuperar a las personas que necesitaba de Ucrania.
Según el Cuartel General de Coordinación, la devolución de los civiles cautivos completó el 53º intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania, dentro del cual 90 soldados ucranianos regresaron a casa a principios de esta semana.
Miles más en cautividad
Según la ONG «Civiles en cautiverio», que reúne a familiares y amigos de los no combatientes ucranianos retenidos por Rusia, «miles» permanecen en cautiverio.
Entre ellos hay tanto veteranos del Ejército ucraniano como personas sin experiencia militar que fueron detenidas ilegalmente en los territorios ocupados.
Los civiles son retenidos junto con el personal militar y tratados del mismo modo, sometidos a «constantes torturas, interrogatorios, hambre y enfermedades», así como al aislamiento de sus familias, subraya la ONG.
Aunque hasta ahora sólo han regresado más de 150 civiles, el último intercambio permite albergar esperanzas de que sean más los que vuelvan a casa, según Pechonchik. «Liberaremos definitivamente a toda nuestra gente», subrayó Zelenski.