El jet privado que transportaba a Julian Assange aterrizó este miércoles en la capital australiana, Camberra, y tierra del fundador de WikiLeaks, lo que pone fin a una batalla legal de 14 años.
La llegada a tierras australianas supone la etapa final de un drama internacional que llevó a Assange desde una estancia de cinco años en la prisión de alta seguridad de Belmarsh en el Reino Unido a un tribunal en un territorio insular del Pacífico estadounidense y, finalmente, a casa.
A su llegada a suelo australiano, el fundador de Wikileaks ha sido recibido por miembros de su familia, entre ellos su mujer, Stella Assange, que ha abierto una campaña de recaudación de fondos para compensar al Gobierno de Australia por el gasto del vuelo chárter fletado para la repatriación.
Assange aceptó declararse culpable de espionaje ante la Justicia de Estados Unidos por la filtración de miles de documentos secretos, a cambio de que las autoridades norteamericanas diesen por cumplida la condena con el tiempo que ha pasado bajo arresto.
Ha vivido los últimos cinco años en una cárcel de máxima de seguridad en Reino Unido, mientras que los siete previos los pasó encerrado en la Embajada de Ecuador en Londres.
Como parte del acuerdo, el Departamento de Justicia estadounidense ha indicado que Assange tiene prohibido regresar a Estados Unidos sin permiso. Además, ha indicado que con la comparecencia de este miércoles ante la jueza en la isla Saipán se da por «concluido» oficialmente el caso, que se remonta a 2018, cuando fue imputado por primera vez.
#HCHInternacionales | Así fue la llegada de Julian Assange a su natal Australia tras ser hombre libre, luego del acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, de declararse culpable de conspirar para obtener y difundir información de defensa nacional.
— HCH Televisión Digital (@HCHTelevDigital) June 26, 2024
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