La Corte Suprema de Israel determinó el martes por unanimidad que el ejército debe empezar a reclutar a hombres ultraortodoxos para el servicio militar, una decisión que podría llevar al colapso de la coalición de gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, mientras Israel continuaba su guerra en Gaza.
La corte concluyó que en ausencia de una ley que distinga entre estudiantes de seminarios judíos y otros reclutas, el sistema de servicio militar obligatorio se aplica a los ultraortodoxos al igual que a cualquier otro ciudadano.
Según una antigua costumbre, los hombres ultraortodoxos han quedado exentos de la leva, que es obligatoria para la mayoría de hombres y mujeres judíos. Esas exenciones son desde hace tiempo una fuente de malestar entre el resto de la población, una división que se ha ampliado durante los ocho meses de guerra, en la que el ejército ha llamado a filas a decenas de miles de soldados y dice que necesita todo el personal que pueda conseguir. Unos 600 soldados han muerto.
Los influyentes partidos ultraortodoxos, socios clave de la coalición de gobierno de Netanyahu, se oponen a cualquier cambio en el sistema actual. Si la excepción se abandona, podrían abandonar la coalición, lo que haría caer al gobierno y provocaría nuevas elecciones.
Durante las alegaciones judiciales, los abogados del gobierno dijeron a la corte que obligar a los hombres ultraortodoxos a alistarse “desgarrará la seguridad israelí”.
La decisión de la corte se producía en un momento sensible conforme la guerra de Gaza inicia su noveno mes y el número de soldados caídos sigue creciendo.
La corte concluyó que el estado realiza “una aplicación selectiva inválida, lo que supone una violación grave del estado de Derecho y del principio según el cual todos los individuos son iguales ante la ley”.
No dijo cuántos hombres ultraortodoxos deben ser reclutados.
La corte también determinó que los subsidios para seminarios donde estudian los hombres ultraortodoxos deben seguir suspendidos. La corte congeló temporalmente los presupuestos de los seminarios este año.
En una publicación en la red social X, el ministro del gobierno Yitzhak Goldknopf, que lidera uno de los partidos ultraortodoxos de la coalición, describió el fallo como “muy desafortunado y decepcionante”. No dijo que su partido fuera a abandonar el gobierno.
“El estado de Israel se estableció para ser un hogar para el pueblo judío, para el que la Torá es la base de su existencia. La sagrada Torá prevalecerá”, escribió.
Los judíos ultraortodoxos ven sus dedicación plena a los estudios religiosos como su parte en la protección del estado de Israel. Muchos temen que un contacto mayor con la sociedad laica a través del ejército distancie a sus miembros del cumplimiento estricto de sus normas religiosas.
Los hombres ultraortodoxos asisten a seminarios especiales centrados en estudios religiosos, con escasa atención a temas laicos como matemáticas, inglés o ciencias. Los críticos han dicho que están poco preparados para servir en el ejército o para entrar en la fuerza de trabajo.
En general, las mujeres religiosas reciben exenciones generales que no son tan controversiales, en parte porque no se espera que las mujeres sirvan en unidades de combate.
El fallo plantea ahora el escenario para crecientes fricciones dentro de la coalición entre los partidarios de reclutar a más ultraortodoxos y los que se oponen. Es probable que los legisladores ultraortodoxos reciban una intensa presión de líderes religiosos y sus votantes, y podrían tener que decidir si permanecer en el gobierno les vale la pena.