Un año después de la tragedia del sumergible Titán, que implosionó cerca de los restos del Titanic, el cofundador OceanGate, la compañía responsable del submarino, está organizando una expedición a uno de los sumideros más profundos del mundo.
Guillermo Söhnlein cofundó OceanGate junto a Stockton Rush, quien murió durante la implosión. Tras dejar la empresa en 2013, Söhnlein cofundó otra compañía de exploración submarina, Blue Marble Exploration, que ha puesto su mirada en el Agujero Azul de Dean.
Ubicado en las Bahamas, la compañía describe la caverna submarina de más de 200 metros de profundidad como «la mayor de su clase en el mundo». Asimismo, asegura que el agujero está «virtualmente inexplorada» y representa «un enigma para los geólogos» por su remota ubicación y su configuración «única».
Se calcula que el equipo, integrado hasta ahora por tres personas, se verá sometido a una presión extrema, 20 veces mayor que en la superficie y en medio de una completa oscuridad, pues la luz no penetra en los puntos más profundos de la caverna. Asimismo, se espera encontrar restos humanos en el fondo del Agujero.
La compañia asegura que se tratará del primer descenso de sumergibles tripulados equipados con luces LED y tecnología de drones submarinos.
El 18 de junio de 2023, se reportó la desaparición del submarino Titán, propiedad de la empresa OceanGate Expeditions para llevar a un grupo de cinco turistas a ver los restos del Titanic en el océano Atlántico. Unos días después, la Guardia costera de EE.UU. anunció el descubrimiento de los restos del sumergible y se concluyó que había sufrido una implosión catastrófica.