Eslovenia y Serbia firmaron tablas (1-1) en un partido soporífero y loco por momentos que acabó por decidirse en el tiempo de añadido. Karnicnik adelantó a los suyos a falta de 20 minutos para el final y Jovic puso la igualada en el último suspiro. Un punto para cada selección que deja todo abierto para la última jornada.
Eslovenia saltó al verde con más calma y poso que una Serbia que pecó de precipitación e imprecisión justificables en la urgencia por puntuar. Rakjovic fue el primer nombre propio que se hizo notar, resolviendo con acierto un disparo lejano de Stojanovic y un tiro cruzado de Mlakar desde el interior del área, así como los continuos centros bien puestos desde ambos costados.
Elsnik se topó con la madera
Reaccionaron pasado el ecuador del primer acto las Águilas Blancas, hoy vestidas de rojo, liderados por Vlahovic y Mitrovic, que probaron a Oblak con un testarazo y un remate desde el área pequeña que se toparon con el guardameta del Atlético de Madrid. La ocasión más clara de la primera parte llegó en el tramo final, un disparo a la madera de Elsnik tras una buena jugada individual con pared involuntaria con Lukic en el borde del área. Y justo cuando el partido comenzaba a tener ritmo… llegó el descanso.
El paso por el vestuario le vino bien a una Serbia que tomó la batuta del juego en la reanudación y donde la conexión Tadic-Mitrovic amenazó la portería de Oblak, todo un seguro de vida. Su homólogo Rajkovic también estuvo al quite para meter la manopla en un disparo con rosca de Sesko que pudo estrenar el luminoso.
Final de infarto
Karnicnik estrenó el marcador en el minuto mágico en una jugada que inició él mismo con una recuperación al borde del área, lideró el contragolpe y acabó rematando al fondo de las mallas un centro de Elsnik. Marcó uno y evitó otro tres minutos después, el de Mitrovic rematando en área pequeña y topándose con la pierna del lateral. Incluso se atrevió a buscar el segundo con un disparo raso que se fue fuera por poco.
El fútbol es para valientes y el final del choque lo demostró una vez más. Eslovenia se echó atrás para administrar la renta y lo acabó pagando (caro) en el último minuto de los seis de añadido. Jovic se zafó de la marca de Karnicnik para rematar un córner bien puesto por Ilic para acabar empatando el partido.