La industria cinematográfica está de luto. El actor canadiense, Donald Sutherland, ha muerto este jueves a los 88 años. Aún se desconocen las causas del fallecimiento. El genial intérprete deja una viuda, Francine Racette, y cinco hijos de tres matrimonios diferentes. Precisamente el más conocido de los cinco, Kiefer, que siguió los pasos profesionales de su padre, ha sido el encargado de dar la triste noticia a través de las redes sociales.
«Con gran pesar les digo que mi padre, Donald Sutherland, ha fallecido. Personalmente, me parece uno de los actores más importantes de la historia del cine. Nunca dudó de un papel, bueno, malo o feo. Amaba lo que hacía e hizo lo que amaba, y nunca se puede pedir más que eso. Una vida bien vivida», ha escrito en redes sociales.
Sutherland, uno de los rostros más destacados del Nuevo Hollywood de los años setenta, fue considerado durante mucho tiempo uno de los mejores actores, a pesar de no haber sido nominado nunca a los premios Oscar. Sin embargo, sí lo hicieron algunas de las filmografías para las que trabajó. No obstante, en 2017 recibió un Oscar honorífico por los logros de los más de 60 años de trayectoria profesional, así como fue galardonado con el Premio Donostia del Festival de San Sebastián en el año 2019. En su discurso dejó claro que la jubilación no estaba en sus planes: «No tengo dinero para vivir de las rentas, alimento a muchas bocas. No me puedo jubilar porque mi vida es el trabajo. Esto es una pasión. Los personajes que he interpretado me han dado disfrute y libertad para vivir la vida que nunca me hubiera atrevido a vivir».
Fue nueve veces nominado en los Globos de Oro, de los cuales ganó dos de ellos como Mejor Actor de Reparto por las ficciones Path to War y Citizen X, con la que también consiguió un premio Emmy a Mejor Actor de Reparto. Trabajó con autores como Nicolas Roeg en Don’t Look Now y Federico Fellini en Fellini’s Casanova y apareció en películas más populares tan populares como Mash, Los Juegos del Hambre o Amenaza en la sombra.