Virginia Hislop abandonó la universidad para casarse y apoyar el esfuerzo de guerra, pero volvió para recibir su título y completar su educación.
Virginia “Ginnie” Hislop, a sus 105 años, recibió su título de maestría en educación de la Escuela de Posgrado en Educación de Stanford (GSE), completando un viaje que comenzó hace más de ocho décadas. El domingo 16 de junio, la mujer finalmente se graduó, habiendo comenzado su carrera en esta institución en la década de 1940, reportó ABC News.
En 1941, a punto de terminar su tesis final de maestría, estalló la Segunda Guerra Mundial, lo que modificó drásticamente sus planes de graduación. Su entonces novio, George Hislop, fue llamado a servir en la guerra, lo que llevó a Ginnie a abandonar la escuela para casarse con él y posteriormente contribuir al esfuerzo bélico y dedicarse a criar a su familia.
Durante una entrevista con Good Morning America que se transmitió el pasado miércoles, Hislop declaró: “He esperado mucho tiempo para esto”.
Después de la guerra, Ginnie y George se establecieron en Yakima, Washington. Allí, la mujer dedicó décadas a servir en juntas escolares y universitarias, y compartió su pasión por la educación. A pesar de no regresar a la enseñanza profesional, su compromiso se mantuvo firme.
“He estado haciendo este trabajo durante años y es agradable ser reconocida con este título”, dijo la graduada a la Universidad de Stanford, en declaraciones recogidas por NBC News.
Hislop se unió a la junta directiva del Distrito Escolar de Yakima para mejorar el currículo educativo, oponiéndose a materias obligatorias como economía doméstica en lugar de inglés avanzado. Además, abogó con éxito por la creación de distritos independientes de colegios comunitarios en el estado de Washington, una iniciativa que benefició a la comunidad educativa local.
Uno de sus logros significativos fue la recaudación de fondos para Heritage University, una institución fundada por mujeres a unos 30 kilómetros al sur de Yakima. Hislop fundó la cena anual de becas “Bounty of the Valley”, que para 2018 había recaudado cerca de 6 millones de dólares. En Pacific Northwest University, una escuela de ciencias médicas y de la salud en Yakima, existe un fondo de emergencia que lleva su nombre: Virginia Hislop Emergency Fund.
“Lamentablemente, no obstante, no tengo modestia falsa”, comentó Hislop a ABC News. “Sentí que me lo merecía, y me alegró recibirlo”, agregó. Durante la ceremonia de graduación, al recibir su diploma de manos del decano de GSE, Daniel Schwartz, la mujer expresó visiblemente emocionada la culminación de su esperado sueño educativo.
“No es mi idea de un lugar para una luna de miel, pero no tenía otra opción”, recordó sobre su viaje a Fort Sill, Oklahoma, cerca del puesto militar de su esposo.
Crecida en Los Ángeles, ella fue inspirada por su tía, la directora de una escuela pública en Sawtelle, un vecindario de Los Ángeles. “Mi tía Nora nos contaba acerca de los estudiantes hispanos en su escuela y cómo la educación cambiaba sus vidas”, relató Hislop al Yakima Herald-Republic en 2018.
“Sin educación, tu futuro es limitado, y con educación, es ilimitado”, añadió, resaltando la importancia de su dedicación a mejorar las oportunidades educativas.
Schwartz entregó a Hislop su diploma de maestría con una amplia sonrisa y la describió como “una feroz defensora de la equidad y la oportunidad de aprender”. El caso de la mujer centenaria nos da una lección de cómo perseverar para alcanzar nuestras metas y que nunca es tarde para continuar aprendiendo y luchando por buenas causas.