Los fans escoceses de la cantante estadounidense Taylor Swift hicieron temblar el suelo durante sus conciertos en Edimburgo el pasado fin de semana, informó este jueves el Servicio Geológico Británico (BGS).
Dos estaciones de vigilancia distribuidas por la ciudad registraron la actividad sísmica el viernes, sábado y domingo pasados, hasta seis kilómetros alrededor del estadio Murrayfield, donde actuaba la estrella del pop, y que fue producida por el baile de los espectadores y la potencia del sistema de sonido del estadio.
Unos 200.000 fans asistieron a estos tres conciertos, que dieron el pistoletazo de salida del ciclo de conciertos de Taylor Swift en el Reino Unido, que continuarán en Londres, Cardiff y Liverpool.
El BGS elaboró incluso un gráfico que muestra que fueron las canciones «Ready For It?», «Cruel Summer» y «Champagne Problems» las que generaron el mayor entusiasmo entre los fans.
El Servicio Geológico Británico señaló que los asistentes de cada concierto generaron «80 kW de potencia, el equivalente a unas 6.000 baterías de automóvil».
«La reputación de Escocia, que cuenta con uno de los públicos más entusiastas, sigue claramente intacta», afirmó el sismólogo del BGS, Callum Harrison.
Estos terremotos «inducidos», que no tienen un origen natural, «fueron detectados por instrumentos científicos sensibles diseñados para identificar la más mínima actividad sísmica, pero es poco probable que las vibraciones generadas por el concierto hayan llegado a otras personas más allá de los que se encontraban cerca», subrayó el organismo.
Según el BGS, la mayor potencia sísmica se registró el viernes, en el primer concierto en Escocia de la gira británica de la estrella estadounidense.
En julio del año pasado, el concierto de Taylor Swift en la ciudad estadounidense de Seattle había generado una actividad sísmica de magnitud 2,3, un anuncio que algunos expertos calificaron de exagerado.
Es importante mencionar que «The Eras Tour», que comenzó en marzo de 2023 en Estados Unidos, se convirtió a finales del año pasado en la primera gira de la historia en alcanzar los 1.000 millones de dólares en venta de entradas, una cifra que podría duplicarse cuando termine la actual en Canadá en diciembre.
La gira de Taylor Swift podría generar casi 1.000 millones de libras (unos 1.278 millones de dólares) a la economía británica, indicó en mayo el banco Barclays, con alrededor de 1,2 millones de espectadores.