El vídeo se ha viralizado y supera ya los dos millones de visitas. Marta recorrió los 100 kilómetros que separan su campus universitario del hospital en el que su abuelo está ingresado para celebrar el día con ellos.
Su abuelo tuvo que ingresar en el hospital por una neumonía
Esa misma emoción es la que nos ha trasladado a todos con su gesto. «Tengo la suerte de conservar a 3 de mis abuelos, perder a uno de ellos fue muy duro porque yo he crecido con ellos y para mi son muy importantes», relata. Por eso, todos, junto con sus padres, tenían que estar presentes el día de su graduación: «La idea era que vinieran al acto para verme pero unos días antes ingresaron a mi abuelo con una neumonía». Su abuela tenía que quedarse acompañándole y lo primero que pensó Marta fue: «Sin ellos no voy».
Pero recapacitó. «A mi otra abuela, a sus 94 años, le hacía mucha ilusión y a mis padres también, no podía hacerles eso tampoco», reflexiona. Ellos se merecían verla celebrar la recompensa a su esfuerzo, y ella misma se merecía vivirlo: «Han sido 7 años de estudio en total entre las dos carreras, si he podido hacerlo es gracias a ellos».
Entonces decidió vivir su gran momento con los que podía acompañarla en directo, y salir pitando para darles una gran sorpresa a los que tenían que ver los toros desde la barrera. “Me pasé todo el acto entre la alegría y la pena. Alegría por lo que estaba viviendo y pena por los que no estaban conmigo”, recuerda.
Del acto de graduación salió directa al hospital
Mientras sus compañeros comenzaban la cena de celebración y la fiesta de graduación, Marta cogió el coche, con la banda de graduada incluida, y recorrió los 100 kilómetros que separan su campus en Ourense del Hospital Álvaro Cunqueiro en Vigo. «Mi abuelo por suerte está bien, es algo de lo que se va a recuperar, pero yo lo que quería era estar con ellos en ese día tan importante, necesitaba darles un abrazo, por eso decidí ir al hospital».
Antes de salir les llamó por teléfono. «Les conté cómo había ido todo y les dije que me iba a celebrarlo. Cuando me vieron aparecer la sorpresa fue tremenda».
El que graba el vídeo es el padre de Marta, hijo de los protagonistas, pena no tener una cámara grabándole a él también porque probablemente estaríamos ante otro vídeo viral. «A mi padre le hizo ilusión también».
Una historia de las que emocionan y reconfortan, sin duda, y de las que gusta contar. Enhorabuena a esta ya profesora que tiene todavía mucho camino por delante, pero que ya se puede considerar especializada en una de las asignaturas más importantes del colegio y de la vida; la de las emociones.