La ayuda a Ucrania sigue siendo una prioridad para los aliados occidentales y los líderes del G7 han alcanzado un acuerdo «provisional» para dar a Ucrania unos 50.000 millones de euros procedentes de activos rusos congelados, tal como confirmaron fuentes consultadas por EFE justo antes de la cumbre que se celebra en Italia durante estos días. Esto calmaría las peticiones de momento de un Volodimir Zelenski que aseguró que esperaba «decisiones importantes» por parte de las principales economías del mundo, en un momento además en el que la guerra se va decantando poco a poco hacia el lado ruso.
Si este planteamiento llega a buen puerto, Rusia ha prometido «una respuesta extremadamente dolorosa» para la UE, que es el motor de esta decisión a cuenta de los últimos acontecimientos. «Sería otro golpe el Derecho Internacional», advirtieron desde el Kremlin. «Semejante paso no conducirá a Occidente a nada bueno», dijo la portavoz María Zajarova antes de añadir que esto genera además «un importante desequilibrio en el sistema internacional».
La situación en el conflicto es el tema clave de la cumbre, en la que se sientan los líderes de Italia (como anfitriona), Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania y Japón, así como el presidente del Consejo Europeo y la presidenta de la Comisión Europea, en representación de la UE, que acude a estos encuentros como actor invitado. Además, también están sobre la mesa estos días en Apulia temas como la migración, la gestión de la IA o incluso los primeros tanteos para hablar de los nuevos altos cargos de la Unión tras las elecciones europeas del pasado 9 de junio.
Para la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, este tipo de reuniones son «una muestra de unidad» de los aliados en torno a Ucrania. Eso sí, la cumbre arrancó con cierta polémica por la negativa de Giorgia Meloni de incluir en el borrador de conclusiones una referencia al «aborto libre y seguro» en el capítulo relacionado con los vínculos con África. Asimismo, llegan al G7 tocados dos de los líderes, como son Olaf Scholz y Emmanuel Macron, cuyos gobiernos han salido maltrechos del paso por las urnas.
El primer tema tocado, de manera liviana eso sí, fue precisamente el vínculo de las potencias occidentales con África, a lo que también se refirió rápidamente Von der Leyen. «Nuestra asociación con África ha pasado de ser una ayuda al desarrollo a una asociación entre iguales. China, Rusia y Oriente Medio también entienden las oportunidades de África. La oferta del G7 tiene que ser mejor, sostuvo a modo de aviso, dando importancia a asuntos como la migración o la lucha contra el terrorismo. «Ofrecemos verdaderas inversiones sostenibles a largo plazo. Inversiones locales y sostenibles, que crean puestos de trabajo para el continente», terminó.
En la OTAN sigue en el debate de los Patriots
En paralelo a la cumbre del G7 los ministros de Defensa de la OTAN abordaron este jueves en Bruselas, de nuevo, la posibilidad de enviar Patriots a Ucrania, sobre todo bajo la presión de Alemania y siguiendo el camino marcado por Países Bajos, Dinamarca o Noruega. No obstante, el debate sigue poco maduro mientras que lo que realmente se busca es «un equilibrio» entre las ayudas de cada país. «Quizás otros pueden dar más», aseguraron desde Berlín antes del encuentro. Mientras, Kiev espera y la guerra se estanca del todo.